Personas refugiadas y migrantes de Venezuela contaron a la Plataforma R4V por qué salieron de su país de origen y los desafíos que enfrentan en sus comunidades de acogida.

Muchos venezolanos han huido de su país con solo una maleta a cuestas. Con sus hijos, abuelos, con recuerdos que no se pueden llevar en un autobús, pero sí con la esperanza de mejorar sus condiciones de vida y tener un mejor futuro.

Paola, una venezolana radicada en República Dominicana, relató con su rostro visiblemente conmovido que fue bastante difícil. “Mi vida cambió totalmente, a pesar de que emigramos con toda mi familia ha sido bastante difícil el proceso de adaptación al país”, rememoró. 

Por su parte, María Fabiola, quien migró a Brasil, dijo que tomó esta decisión porque tenía una necesidad muy grande de medicinas y alimentos. “Perdí a mis hermanos, todo familiar que tenía lo perdí en Venezuela”, dijo la adulta mayor. 

Tal como lo confirmó recientemente un informe de la organización defensora de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) expuso en su capítulo sobre Venezuela que la crisis humanitaria se agrava, la persecución, la detención y la tortura continúan en el régimen de Nicolás Maduro.  La persecución fue lo que impulsó a migrar a Nelson a Chile. “Fui funcionario público en Venezuela y fui un perseguido político en su oportunidad”, afirmó. 

Los esposos David y Rocío, quienes llegaron a Ecuador con su bebé en brazos, cuentan con lágrimas en su rostro que en Venezuela prácticamente se estaban muriendo de hambre, y cuando llegaron a Ecuador tenían que pedir dinero en la calle para sobrevivir. “De 100 personas una sola nos daba. A veces nos acostábamos sin comer, y en la calle. Me siento muy triste porque me vine a buscar un futuro bueno para mí y para mi familia, sobre todo para mi mamá. Pero aquí pienso que me estoy comiendo un arroz con pollo que me regalaron qué estarán comiendo mis hermanos, mis sobrinitos. Uno piensa tantas cosas estando lejos de la familia”, lamentó Rocío. 

Por: Milagros Palomares @milapalomares