Se necesitarán 1440 millones de dólares para atender la crisis migratoria venezolana en 2021, según plantea el Plan de Respuesta para Refugiados y Migrantes (RMRP), una iniciativa de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Dicha cifra tiene que ver directamente con las 158 organizaciones involucradas en la respuesta, incluidas agencias de las Naciones Unidas, organizaciones no gubernamentales internacionales y nacionales, la sociedad civil, organizaciones religiosas y el Movimiento de la Cruz Roja.
El plan regional 2021, lanzado en un evento virtual este jueves, pretende además atender a 3,3 millones de migrantes y refugiados venezolanos en 17 países de acogida en América Latina y el Caribe.
La pandemia ha dejado a millones de venezolanos en una situación más vulnerable, por eso el plan doblará esfuerzos para atender a esta población que va en crecimiento. Se estima que para este nuevo año, más de 6,2 millones de venezolanos se encuentren en situación vulnerable dentro y fuera de su país.
“Se requiere de mayores esfuerzos para lograr la integración económica y social de los venezolanos”, indicó durante la presentación del plan Antonio Vitorino, Director General de OIM.
En el evento de lanzamiento se analizaron las principales necesidades de los migrantes, destacando el desempleo, el bajo acceso a los servicios de salud, la regularización, y la estigmatización. De igual forma se hizo énfasis en la vulnerabilidad de niñas, niños, adolescentes y mujeres, sobre todo en los pasos fronterizos.
«Se requiere del compromiso continuo para responder a esta crisis. Las personas refugiadas y migrantes de Venezuela y sus comunidades de acogida requieren más que nunca de nuestro apoyo colectivo; tanto por la urgente asistencia humanitaria para salvar vidas, como también para acompañar el desarrollo».
Eduardo Stein. Representante Especial Conjunto de ACNUR y OIM para los Refugiados y Migrantes de Venezuela.
El Plan de Respuesta para Refugiados y Migrantes pretende satisfacer estas necesidades. “Las restricciones de movilidad y las prolongadas pero necesarias medidas de confinamiento han tenido un impacto negativo en la capacidad de las personas refugiadas y migrantes para mantener sus medios de vida y el acceso a bienes y servicios básicos”, dijo Eduardo Stein, Representante Especial Conjunto de ACNUR y OIM para los Refugiados y Migrantes de Venezuela.
Por esta razón, es necesario vincular a los migrantes a la seguridad social, hecho que debe unir voluntades de los gobiernos y empresarios.
Los nuevos movimientos migratorios de igual forma deben ser comprendidos y atendidos. Miles de personas han quedado en las calles, sin trabajo, por lo que han decidido regresar a su país, otros ya vienen de vuelta luego de pasar la cuarentena en Venezuela, lo que ha vuelto más compleja la dinámica en los flujos migratorios, mientras las fronteras siguen cerradas.
“Se requiere del compromiso continuo para responder a esta crisis. Las personas refugiadas y migrantes de Venezuela y sus comunidades de acogida requieren más que nunca de nuestro apoyo colectivo; tanto por la urgente asistencia humanitaria para salvar vidas, como también para acompañar el desarrollo”, agregó Stein.
La iniciativa busca de esta forma presentar soluciones de mediano y largo plazo en los principales temas que ocupan a los venezolanos, pretendiendo ser un modelo de implementación para que más actores se sumen. Además, fortalecer aún más las respuestas nacionales y regionales de los gobiernos de acogida mediante el apoyo a las intervenciones de salud, alojamiento, alimentación, agua, saneamiento e higiene (WASH), así como el acceso a la educación, la protección y la integración donde se requiere asistencia y experiencia específicas, o donde las propias capacidades de respuesta de los gobiernos se ven desbordadas.
Por: Proyecto Migración Venezuela @MigraVenezuela