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Informe revela cuáles son los enemigos de las niñas venezolanas en la frontera

Xenofobia, matoneo y exámenes nivelatorios, son algunas de las barreras adicionales que las niñas venezolanas tienen que derribar para acceder al sistema escolar del país. | Por: MILAGROS PALOMARES

Más de 9 mil niñas, adolescentes y mujeres en estado de vulnerabilidad de sus derechos de La Guajira, Arauca y Norte de Santander, han sido beneficiadas con los programas de Save the Children para la permanencia en la escuela.

Un análisis diagnóstico, realizado en las zonas de frontera Norte de Santander, Arauca y La Guajira, permitió a la organización Save the Children identificar cuáles son los “enemigos” de las niñas migrantes venezolanas, y que dificultan su integración en las comunidades de acogida.  

María Adelaida Uribe de Plaza, gerente territorial de Save the Children en Norte de Santander, explicó que en el estudio encontraron que las niñas son las que tienen menos oportunidades, en relación con los niños, debido a que son más consideradas para hacer trabajos del hogar y cuidar a sus hermanitos pequeños en la casa.

Esta situación se observa más en las fronteras de Norte de Santander, La Guajira y Arauca. “Estamos implementando el proyecto El mundo es mi hogar, donde hicimos un análisis situacional de género que nos permitió dar a conocer barreras que tienen las niñas para acceder a la educación de calidad”, dijo Uribe. 

La gerente de Save the Children agregó que muchas niñas  venezolanas llegan a las regiones fronterizas con algunas dificultades para integrarse al sistema escolar, muchas no saben dónde encontrar las instituciones educativas. Vienen con unas necesidades de aprendizaje muy diferentes porque el nivel educativo de ambos países no está articulado y cuando llegan al país no están en el grado escolar correcto, por lo que requieren nivelación y acompañamiento. 

“Si es niño tiene más oportunidades que una niña,  porque piensan que la mujer es débil. Se aprovechan de eso, vulneran mucho los derechos de las niñas en la frontera. Ellas son las que más padecen por el acceso a las escuela, una buena alimentación, también sufren de discriminación, están expuestas a la violencia de género, al embarazo precoz”, completó Odalis, líder social de la Asociación Chicas F, en el sector La Fortaleza, de Cúcuta.

La investigación de la organización Save the Children reveló cuatro principales barreras que han tenido que enfrentar las niñas migrantes venezolanas en la frontera para volver a la escuela.

1.- División sexual del trabajo: las labores domésticas son de las niñas: 

De acuerdo con el diagnóstico, muchas familias en esta región naturalizan que las niñas deben realizar trabajo sin remuneración en el hogar, y alertaron que este estereotipo se agudizó de manera radical durante la pandemia.

Felipe Cortés, director de Incidencia de Save The Children, asegura que, “las niñas, quienes han sido las más vulnerables con el cierre de las escuelas, han visto limitado su acceso y disponibilidad para estudiar por las labores no remuneradas que se sumaron aún más durante la covid-19. Los quehaceres del hogar y el cuidado de los hermanos son algunos de los desafíos más recurrentes en el contexto, sumado a mayor exposición a la violencia de género y a otros tipos de violencia fuera de las escuelas”.

2.- Exposición a la violencia de género en situaciones de vulnerabilidad:

Según el estudio, para entender por qué la afectación a las niñas y adolescentes es tan crítica en las zonas de fronteras hay que explicar tres variables, que a juicio de Save the Children, son las que desencadenan Violencias Basadas en Género (VBG), y que se evidencian en formas de maltrato y abuso hacia las niñas:

El machismo y el aumento del feminicidio: El confinamiento por la covid-19 y la crisis humanitaria han intensificado la violencia en contra de las mujeres y las niñas profundizando los factores de riesgo. En 2021, la Fundación Feminicidios Colombia reportó 30 niñas y adolescentes fueron víctimas de feminicidio, 15.120 niñas y adolescentes fueron víctimas de presuntos delitos sexuales y 3.732 fueron víctimas de violencia intrafamiliar, en ambas el 5% son migrantes venezolanas, según el Instituto Nacional de Medicina Legal.

La presencia de la violencia del conflicto armado y de las violencias urbanas: Al ser regiones donde los grupos armados ilegales y estructuras criminales ampliaron su influencia, niños, niñas y adolescentes quedaron expuestos a riesgos asociados al reclutamiento. En total, por lo menos 23.465 niños, niñas y adolescentes fueron víctimas del conflicto armado, de los cuales 23 eventos fueron en Arauca y 15 en Norte de Santander. 

La pobreza exacerbada por la migración venezolana: Estos son tres de los departamentos que más han sido receptores de la migración venezolana y en consecuencia también han visto en aumento en las cifras de informalidad y pobreza. Hacia agosto de 2021, Migración Colombia contaba alrededor de 1.842.390 de migrantes venezolanos, de los cuales 164.229 se encuentran en Norte de Santander, 106.749 en La Guajira y 33.871 en Arauca.

Informe revela cuáles son los enemigos de las niñas venezolanas en la frontera
Diferencia de currículo, presentación de exámenes nivelatorios, sentimientos de exclusión y matoneo por el acento, son barreras para acceder a la educación de las niñas migrantes. FOTO: Esteban Vega – Semana

3.- Los estereotipos de género: lo que deben aprender las niñas vs. los niños: Los estereotipos de género se han trasladado a las aulas de clase y en la aproximación que hacen docentes y compañeros con las estudiantes. “Observamos que los docentes y niños les asignan valores como orden, interés, obediencia, aseo y dedicación; lo que va en contravía de los valores que los mismos docentes les asignan a los niños como inteligencia, bueno para los deportes, para las ciencias y la tecnología”, agregó el director de Incidencia de Save the Children.

Según la organización, estos estereotipos hacen que las niñas se auto limiten en el desarrollo de sus capacidades intelectuales. Son tan fuertes los roles de género culturalmente aceptados y reforzados en las aulas, que muchas niñas solo se perciben como cuidadoras, madres o en disciplinas blandas.

4.- Estudiar vs. ser madre:

Advierte el informe que las relaciones de pareja a temprana edad abren la puerta a la posibilidad de embarazos no deseados y a una probabilidad de que toda la responsabilidad recaiga en las niñas como madres solteras. El estudio demostró que este es uno de los factores que más impacto tiene en la permanencia y acceso al sistema escolar por parte de las adolescentes. Y en este caso las cifras van en aumento, en el 2021, el Dane registró en el país 4.708 nacimientos en niñas de 10 a 14 años. En concreto, en enero de 2022 se registraron 89 nacimientos en menores de 14 años frente a 74 del mismo mes del 2021.

Por: Milagros Palomares @milapalomares