Este 1 de septiembre iniciará en Ocaña, municipio de la región del Catatumbo, en Norte de Santander, una caracterización de migrantes venezolanos y colombianos retornados, según informó el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, quien participó en un consejo de seguridad junto con el gobernador del departamento, Silvano Serrano.
En el encuentro se decidió la articulación y puesta en funcionamiento de un Puesto de Mando de Unificado (PMU) que se instalará en Ocaña y permitirá monitorear la región del Catatumbo. Además se decidió iniciar con el proceso de caracterización migratorio, que contará con la ayuda de entidades como la Cancillería, Migración Colombia y el Ministerio del Interior, así como la Gobernación y las alcaldías de 10 municipios de la región.
Víctor Bautista, secretario de Fronteras y de Cooperación Internacional de Norte de Santander, precisó que estas acciones tendrán como propósito hacer un seguimiento detallado a asuntos de convivencia ciudadana, situación humanitaria, irregularidad migratoria y seguridad en esa zona del departamento, que alberga aproximadamente a unos 20 mil migrantes venezolanos.
El Puesto de Mando Unificado funcionará en Ocaña y monitoreará los actos de violencia, las infracciones que van en contra de la sana convivencia y los delitos que afectan los derechos humanos de la población local, incluidos los migrantes pendulares y los que están radicados en la zona del Catatumbo.
“Abordar el tema migratorio en la región del Catatumbo es urgente dada la situación de orden público, el reclutamiento forzado de migrantes por grupos al margen de la ley y la presencia de cultivos ilícitos”, manifestó Bautista a la vez que destacó la necesidad de protección que tienen los migrantes y retornados colombianos en la región del Catatumbo.
Hay que recordar que esta región de Colombia, debido a su ubicación estratégica en los corredores del narcotráfico y su cercanía con Venezuela, es una de las más golpeadas por la violencia y es escenario de múltiples conflictos en la actualidad. De hecho, el pasado 10 de julio, José Miguel Vivanco, director de la División de las Américas de Human Rights Watch (HRW), alertó que en el Catatumbo y Arauca los migrantes venezolonaos son víctimas de violencia, desplazamiento forzado, homicidio, reclutamiento y violencia sexual.
Esta denuncia la hizo el director de Human Rights Watch en la segunda fase de los ‘Diálogos para la No Continuidad y no Repetición del Conflicto Armado’ que lidera la Comisión de la Verdad. En ese momento, Vivanco advirtió que allí el ELN y las disidencias de las Farc se llevan personas secuestradas a territorio vecino o los obligan a hacer trabajos forzados, “con total impunidad y complicidad por parte de la Guardia Nacional Bolivariana”.
Ante este panorama y las alertas que han levantado diferentes organizaciones de la sociedad civil, que muestran la vulnerabilidad de la población migrante en la región, la acción de su identificación puede ser fundamental siempre y cuando se haga para garantizar sus derechos, evitar que sigan siendo víctimas de múltiples formas de violencia, acercarlos a la oferta institucional y buscar que se integren a la sociedad colombiana.
Por: Proyecto Migración Venezuela @MigraVenezuela
