En medio de la lluvia, apenas resguardándose con paraguas y con bolsas plásticas, 308 migrantes venezolanos esperan retornar a casa. Desde hace varios días duermen al aire libre, debajo de unos árboles frente al establecimiento Makro de la autopista norte, de Bogotá.
En este asentamiento improvisado de migrantes se encuentran 69 niños, niñas y adolescentes, cinco mujeres embarazadas y nueve adultos mayores. Los demás son hombres y mujeres. Manifiestan que han venido llegando desde el miércoles y que su intención es retornar a Venezuela. Una sola persona proviene de Ecuador, los demás estaban radicados en diferentes zonas de Bogotá.
La policía intentó desalojarlos del sitio público el pasado viernes, solicitándoles que se fueran hasta el peaje Los Andes, a la salida de la ciudad. Sin embargo, este grupo aún permanece a orillas de la autopista esperando que los ayuden a retornar en los autobuses habilitados por las Alcaldías y Gobernaciones en los corredores humanitarios.
«Anoche llegaron dos familias más. Lo que queremos es que nos ayuden a retornar a Venezuela, no tenemos trabajo ni dónde vivir. No podemos continuar en estas condiciones en Colombia».
Migrante venezolana
Por: Proyecto Migración Venezuela @MigraVenezuela
