Muy motivado y alegre, Francesco Stifano es director técnico del equipo de fútbol colombiano Águilas Doradas. Con 41 años, puede que nunca haya sido jugador profesional, pero la pasión por el balón y entrenar ha sido el centro de su vida. Como ciudadano venezolano, su adaptación ha tenido altas y bajas en Colombia, pero agradece al fútbol por haberle dado todo.
Este oriundo de Caracas hace parte de los muchos venezolanos que, desde hace años, han llegado a la liga colombiana de fútbol. A pesar de solo tener 8 años como entrenador, Francesco aún recuerda con cariño el inicio de su carrera. Fue en el año 2012 cuando empezó su sueño con el Deportivo La Guaria, un modesto equipo del estado La Guaria, Venezuela.
Aunque nunca fue un jugador profesional de fútbol en su país, agradeció todas las oportunidades que ha tenido para dirigir. Ha pasado por más de seis equipos, en los que destacó el Zamora Fútbol Club, ganando tres títulos, y Zulia Fútbol Club – equipo que llevó a cuartos de final de la Copa Suramericana en 2019-. Su ejemplo a seguir es el entrenador venezolano Richard Páez, figura que considera que le cambió la cara a la selección de su país.
Por muchas alegrías que tuvo, Francesco jamás podrá olvidar una cosa: la enorme crisis económica y social que vivió en Venezuela. Si bien recuerda su última etapa en su país con gusto, reconoció que el fútbol no fue ajeno a lo que estaba sucediendo.
“Nos tocaba viajar entre 16 a 18 horas en autobús para ir a los partidos, por la crisis dejaron de haber vuelos en Venezuela y no todo estaba en las mejores condiciones”, comentó él, quien recordó su última etapa en su nación como muy complicada. A pesar de todo, Francesco jamás se desmotivó, y agradeció que pudo trabajar en lo que le apasiona en su patria.
«Uno como entrenador venezolano aspira a salir de su país. Poder mostrar su trabajo afuera, se me dio a aquí en Colombia y es una oportunidad de seguir creciendo, de conocer otras culturas. Todos aspiramos salir y conocer otras ligas de mayor nivel»
Francesco Stifano, director técnico de Águilas Doradas.
Precisamente esos esfuerzos fueron notados por un equipo: Águilas Doradas. De entre más de seis candidatos, él fue seleccionado. Sus buenos resultados llevaron a que el equipo de Rionegro se contactara con él para ser el nuevo director técnico en diciembre 2019, cambiando de país para ser el remplazo al colombiano Flabio Torres en el banquillo.
Una vez establecido en Colombia, Francesco identificó rápidamente las muchas diferencias que hay al entrenar a equipos colombianos, principalmente en temas de logística, organización y estadios.
Su filosofía es siempre dar lo mejor de ti, ya sea en la cancha o en el banquillo. Añadió que, para él, la liga colombiana esta algunos peldaños encima de la venezolana, siento este un nuevo reto para él como entrenador y persona.
Aunque ahora tiene mucha estabilidad gracias a su trabajo como técnico, no olvida la situación que pasa en su país. “La nobleza de los venezolanos ha permitido que el país siga en pie, es una nación que lo tiene todo, tiene muchas riquezas culturales y de personas”, dijo él. Reconoce la enorme dificultad que viven sus connacionales, y comparte el deseo de muchos de tener una mejor vida.
“Uno como padre busca que sus hijos tengan un futuro, uno siempre busca algo mejor, muchas cosas han ido decayendo en Venezuela, se ha hecho muy inseguro, pero estoy seguro de que volverá a ser majestuosa”, comentó Francesco.
Francesco está agradecido con aquellas personas que le brindaron una mano en su adaptación a Colombia, en especial a la afición y el equipo. El entrenador da las gracias al deporte por lo que tiene, sabe que el fútbol es una forma de integrar a los venezolanos en Colombia, siendo “una manera sana de unir a los países o pueblos hermanos”. Aunque consideró que fue su trabajo lo que lo trajo a Colombia.
Una de sus grandes satisfacciones es contar con otros venezolanos en el equipo: Óscar Hernández y Frank Feltscher, jugadores que confía que darán un buen rendimiento esta temporada. El “profe”, como le dicen algunos, está contento porque cada vez son más los venezolanos que se ven en la liga, muchos de ellos destacando.
Sin embargo, no todo ha sido perfecto y no hay podido evitar ataques de xenofobia en su contra. “Me pasó un par de veces, para mí, son gente intolerante, nunca tuve un encontronazo, fueron comentarios con esa tilde de tú eres venezolano o ustedes los venezolanos”, confesó él.
Por ahora, Francesco solo ve a futuro. Sabe que vienen grandes retos en la liga y que todo puede pasar, pero tiene gran confianza en su equipo y jugadores. Aunque extraña entrenar en su país y el recuerdo de lo que sucede allá sigue vivo, está feliz por la oportunidad en Colombia, ávido por nuevos desafíos.
Por: Daniel José Galvis @danielgalvisj