Como ‘abejas’ que rondan el dulce han aparecido asesores de viajes, gestores y conductores de líneas privadas de transporte que ofrecen trasladar — en plena pandemia — a los migrantes venezolanos hasta la frontera con Venezuela.
Por líneas de WhatsApp ofrecen ofertas. Por cada pasaje piden de 130.000 a 180.000 pesos y los niños viajan gratis para atraer a más pasajeros: los venezolanos que quedaron sin sustento y que desesperados esperan encontrar atención en su país.
Muchos de estos migrantes han vendido sus últimas pertenencias para comprar un boleto. Y aunque los conductores garantizan la llegada sin mayores tropiezos a las fronteras de Cúcuta o Arauca, la realidad puede ser otra: esta semana la Policía sorprendió y detuvo a seis conductores que serán judicializados por falsificar documentos haciéndose pasar por “grupos de apoyos logísticos de Migración Colombia”.
Otra caravana de autobuses, con unos 300 migrantes, fue obligada a pasar la noche en el peaje Los Andes, a las salida de Bogotá el pasado miércoles, en un operativo de la Policía dada la emergencia sanitaria.
Precisamente, el Proyecto Migración Venezuela contactó a Nelsiree Ballesteros, madre de tres niñas de 3, 7 y 10 años, quien tomó uno de estos transportes desde Bogotá y lleva cuatro días tratando de llegar a la frontera. En el camino el vehículo sufrió una falla mecánica, se le reventó una guaya, y por varias horas los pasajeros tuvieron que esperar a que los conductores hiceran la reparación. Además, ella denunció que la Policía, durante muchas horas, les impidió bajarse.
“En cada localidad nos escoltan con dos policías motorizados. No nos dejan bajar, en donde nos paramos llegan los policías y rodean el autobús, no hemos podido almorzar, ni cenar mucho menos porque no nos dejan pararnos a comprar nada en la vía. Los niños han vomitado mucho, van mareados por las curvas, y sin comer nada. Es horrible, la verdad. Estamos en Pamplona, nos paró una patrulla y no nos deja llegar a Cúcuta. Nos dicen que tenemos que esperar cambio de turno de policías. Se les notificó que los niños no han comido desde las 11 de la mañana y no les importó. Que debemos esperar”, denunció pasadas las 8:00 de la noche de este viernes.
En busca de más pasajeros
“Si señora, cuántos pasajeros son y cuántos viajan, el pasaje está a 130.000 pesos, los niños no pagan. Reina, necesito que me confirme qué día viaja”, le respondió un conductor por mensaje de texto a la venezolana Zulay González, quien los contactó por un grupo de WhatsApp.
“El pago es solo en efectivo, la hora y el lugar de salida se lo confirmo el día de viaja”, añade el mensaje.
La migrante preguntó sus dudas para saber si realmente valía la pena esta travesía. “Una cosa que me da miedo es que la Policía nos vaya a parar en el camino. Ustedes nos aseguran que uno sí llega a la frontera sin problemas. No vaya a ser que lo dejen a uno a mitad de camino y perdamos la plata del pasaje. Eso me preocupa mucho señor”, le escribió de nuevo Zulay al chofer.
El conductor le mandó videos de varios autobuses de la línea identificada con el nombre Unitranscond que se veían estacionados en un parque, aparentemente en Bogotá. Se escuchaba la voz de un hombre que decía que estaban a la espera de los últimos pasajeros para salir a la frontera. En otro video se observaba a un grupo de pasajeros dentro del autobús en pleno viaje. “Señora, todos los que han viajado con nostros han llegado a la frontera”, le escribió el chofer para cerrar la conversación.
De otro chat, Zulay recibió otra oferta para salir de Colombia. “Gracias por comunicarte con ViajeSeguroPorTierra ¿Cómo podemos ayudarte?, le escribe Euclimag Andarcia, guía y asesor de Cúcuta. Para poderle brindar un mejor servicio por favor envíe su nombre y apellido, ciudad de origen, ciudad de destino, fecha aproximada de la salida, quién lo recomendó, y si hay niños por favor indique la edad, si tienen permiso de viaje Muchas gracias”.
Pero, ¿quién le asegura a los venezolanos que estos conductores no los van a exponer a mayores peligros en la carretera? Esta preocupación la transmitió una asociación de venezolanos en Santa Marta a la política venezolana y exiliada en Colombia, Gaby Arellano, de quien esperan eleve esta denuncia a los organismos de protección internacional.
“En este momento le pedimos que nos ayude porque queremos hacer un llamado a las autoridades colombianas, porque la Policía nacional de Colombia está cometiendo un error al dejar pasar los buses. Luego de educar al migrante que se puede quedar en albergues siguen saliendo empresas fantasmas vendiendo pasajes, ya tenemos reporte de personas que a raíz de eso están ingresando por trochas a Venezuela. Se estima un ingreso de 25 mil migrantes, y si por evitar cuarentena unos 600 venezolanos entran por trocha, estaríamos hablando de un contagio masivo a gran escala. Considerando que Venezuela no está diciendo los números reales del virus, encontraron a los culpables perfectos”, señala la denuncia enviada a Arellano.
El Proyecto Migración Venezuela también contactó a la gerencia de la línea de transporte Unitranscond, cuyos voceros se limitaron a responder lo siguiente: “Esta semana multaron a tres de nuestros conductores, y por eso no tenemos el permiso de hacer traslados fuera de Bogotá. Los que están haciendo el recorrido por la frontera los dejaron pasar pero al regresar ya no pueden hacer más viajes”.
Sin embargo, desde el Ministerio de Transporte aclararon que aunque el decreto 457 de 2020 a raíz de la pandemia del covid-19 limita totalmente la libre circulación de personas y vehículos en el territorio nacional, en las excepciones se contempla la movilidad de vuelos y buses por condiciones humanitarias.
“Este es un tema que no coordina el Ministerio de Transporte, sino la Cancillería y Migración Colombia. En uno de los decretos nos dan la potestad de la creación del centro de logística y transporte, que recibe las solicitudes humanitarias. Estas se escalan a la Dirección de Tránsito y Transporte de la Policía Nacional (Ditra) y de ahí se concede o no el permiso para los casos excepcionales. Lo que se ha hecho con cada uno de estos buses que trasladan a los migrantes a la frontera es que van acompañados con un funcionario de la Ditra”, explicó la fuente del Ministerio de Transporte.
Al pisar su tierra, Nelsiree Ballesteros y sus tres hijas se encontrarán con otra pesadilla: el recibimiento que les improvisó el Gobierno de Nicolás Maduro en donde, según denuncias, permanecen confinadas miles de personas sin agua ni alimento.
Por: Milagros Palomares @milapalomares