La confianza de las instituciones bancarias hacia la población migrante venezolana es uno de los mayores retos para la economía de Colombia. Sin embargo, hay casos de inclusión como el del Banco de las Microfinanzas Bancamía, que a corte de mayo de 2020 ha entregado productos de ahorro a más de 3.000 venezolanos, y crédidos a 657 emprendedores del vecino país.
Esta experiencia de integración en el sector bancario fue contada en un seminario web por Oscar Romero, vicepresidente de Riesgos de Bancamía, quien fue invitado por la organización internacional Alianza Tent, que trabaja por los refugiados en el mundo, y que desde Colombia promueve la inclusión socioeconómica y laboral de estas personas.
Romero detalló en una conversación fluida con Ileana Cruz, gerente de la Alianza Tent, cómo trabajan en esta entidad que forma parte del Grupo de la Fundación Microfinanzas BBVA, para facilitar el acceso a productos y servicios financieros, educación financiera y, próximamente, capacitación en gestión empresarial, a los migrantes venezolanos.
“El banco se unió el año pasado a las iniciativas de Tent y anunció el inicio de un programa piloto para hacer inclusión financiera a migrantes venezolanos en zonas de frontera como Cúcuta y Pamplona, en Norte de Santander; Bucaramanga y Girón, en Santander. Se han atendido decenas de emprendedores migrantes con créditos productivos para que inviertan en el fortalecimiento de sus microempresas”, precisó el directivo.
«La inclusión financiera y la bancarización son cruciales para que los refugiados y migrantes desplazados puedan integrarse con éxito en sus comunidades de acogida. Los esfuerzos de Bancamía han sido indispensables, ya que muy pocos refugiados venezolanos en Colombia tienen acceso a servicios financieros. Las demás instituciones financieras deberían seguir su ejemplo y encontrar la manera de expandir y adaptar sus productos y servicios para servir a esta población»
Gideon Maltz, director ejecutivo de Tent
El gerente también anunció que en alianza con la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), que realiza un aporte de US$ 2 millones, la Corporación Mundial de la Mujer Colombia y la Corporación Mundial de la Mujer Medellín, se ampliará el alcance del programa Emprendimientos Productivos para la Paz (Empropaz), para atender a migrantes venezolanos, con procesos de inclusión financiera.
Las estadísticas son los mejores indicadores de que la inclusión financiera de Bancamía ha dado buenos resultados. Por ejemplo, después de los dos años, el 51% de los clientes con productos de ahorro o de créditos supera el nivel de pobreza y al menos generan una fuente de empleo. “Son personas que son capaces de mejorar sus condiciones de vida. Los migrantes venezolanos son una fuente de talento y destrezas nuevas que Colombia debe aprovechar a largo plazo”, destacó el directivo de Bancamía.
Entre los principales desafíos que han enfrentado para lograr esta inclusión, Romero refiere que con la pandemia tuvieron que diseñar unos planes especiales de alivio y apoyo para ajustar las condiciones de pago de los créditos. Señala que a veces los migrantes venezolanos se abstienen de acercarse a los bancos porque creen que les van a poner muchos obstáculos. Para evitar esto han realizado convocatorias y dan charlas en las comunidades de acogida de la población extranjera para invitarlos a participar.
Una dificultad que han tenido es el número de dígitos de los permisos especiales de permanencia de los venezolanos, que los llevó a hacer inversiones adicionales en los sistemas bancarios.
Según Romero han avanzado en una alianza con la Cámara de Comercio de Bogotá, a fin de facilitarles el acceso a productos y servicios a los microempresarios venezolanos a los que ellos atienden con programas de formación y capacitación empresarial.
Durante el webinar, Bancamía también contó que este semestre firmará una alianza con la IFC (Corporación Financiera Internacional) para diseñar conjuntamente una oferta de valor que resulte adecuada a la población migrante venezolana. La iniciativa tendrá una orientación especial hacia las mujeres y se espera que, del total de beneficiarios con productos financieros, el 54% corresponda a ellas.
Uno de los venezolanos beneficiados es Jorge Luis Domínguez, un ingeniero agrónomo radicado en Pamplona, que además es solicitante de refugio por ser un líder político perseguido en Venezuela. “Uno tiene objetivos y propósitos, nosotros cuando salimos fue para mejorar, indiferentemente de los golpes que hemos llevado. Muchos de los migrantes somos profesionales en diferentes ramas,vinimos con la intención de producir y trabajar, a veces me toca hacer otras actividades fuera de la venta de pasteles, me ha tocado pintar casas mi hijo está de obrero en la construcción. Le agradezco a Bancamía porque fue una ayuda en un momento de necesidad, fue la única institutución que se ha preocupado por el migrante venezolano”, dice sonriente.
El sueño de Domínguez es ver a sus hijos convertidos en unos profesionales en Colombia, además de comprar una pequeña finca donde pueda hacer varias actividades agrícolas, y tener una vaca para producir su propio queso del consumo de su casa.
Por: Proyecto Migración Venezuela @MigraVenezuela