Casi desmayado, pálido y con los ojos llenos de impotencia, el venezolano Reider Noguera —solicitante de refugio y quien además padece una enfermedad renal crónica— pasa el trago amargo de ser rechazado, por tercera vez, en un hospital público de Bogotá.
Sus familiares lo han llevado al Hospital Santa Clara, el Hospital Universitario de La Samaritana, y el Hospital Jorge Eliecer Gaitán, y en ninguno de estos centros asistenciales ha recibido atención en salud, a pesar de su evidente deterioro físico, ya que no está afiliado a una Entidad Prestadora de Salud (EPS).
A parte de las complicaciones que presenta por la enfermedad renal, Noguera pudiera estar contagiado de covid-19, ya que uno de sus familiares resultó positivo con el virus, y ambos residen en la misma vivienda.
Según denunció la abogada Laura Dib, asesora de la Clínica Jurídica para Migrantes de la Universidad de los Andes, a Noguera se le venció el salvoconducto, un documento con el que puede afiliarse a una EPS mientras marcha su solicitud de refugio. “A través de un fallo logramos que le hicieran la encuesta Sisbén en cuarentena, pero la EPS no quiso afiliarlo, a pesar de la resolución 1260 de 2020 de Migración Colombia suspende la contabilización de los términos para el vencimiento de los salvoconductos hasta tanto se levante la emergencia sanitaria”, explicó.
Ante la descompensación metabólica que ha sufrido el venezolano Reider Noguera en los últimos días, la abogada interpuso un incidente de desacato para lograr una atención al paciente, pero el juez no se ha pronunciado. “Es un caso muy grave porque hemos agotado todas las herramientas jurídicas, estamos hablando de salvar una vida. No es la primera vez que nos pasa, ya tenemos antecedentes de que a los venezolanos les niegan la atención en salud en los hospitales públicos”, agregó la jurista.
Yanitza Rangel, esposa de Reider, contó al Proyecto Migración Venezuela que están desesperados y que cada día observa en peores condiciones de salud a su marido. “En los hospitales, las trabajadoras sociales nos dicen que el salvoconducto no vale nada, y que debe estar afiliado a una EPS. Nos mandan a irnos porque ya nos dieron la información, ni siquiera lo atienden por urgencias”, reclamó con angustia y cansancio, ya que para todos los centros médicos han tenido que trasladarse caminando a falta de pasajes para el transporte público.
El pasado 14 de mayo, el Juzgado 27 Civil de Bogotá falló a favor de Noguera, quien interpuso una tutela en contra del Hospital Universitario de La Samaritana, y la Secretaría Distrital de Salud, para conseguir atención, consultas con un urólogo, gastroenterólogo y exámenes especializados de acuerdo con su padecimiento por obstrucción renal. El fallo a su favor es letra muerta en este centro médico, porque aún no le brindan hospitalización.
La oficina jurídica del hospital La Samaritana respondió en el fallo que: “se revisó los libros de ingreso de pacientes del día 19 de marzo de 2020 sin encontrarse ingreso por parte de este paciente. La prestación del servicio de salud ya le fue prestado por Profamilia, en donde indica que sí fue atendido y que le diagnosticaron ciertos cuadros los cuales tampoco prueban que son de urgencia…”.
Por: Proyecto Migración Venezuela @MigraVenezuela
