La solidaridad y las ganas de ayudar al prójimo prevalece en la gente del Caribe colombiano. Una muestra de ello es la bondad de Verónica Crespo, dueña del hostal Riomar, en Barranquilla, quien albergó en sus instalaciones a 49 migrantes y refugiados venezolanos para que no pasaran la cuarentena en situación de calle.
Crespo antes recibía a personas de diferentes partes del país y del exterior, sobre todo en las fiestas del Carnaval de Barranquilla. Ahora, con las medidas de aislamiento preventivo para evitar la covid-19 los viajes de los turistas quedaron paralizados.
“Me siento privilegiada en poder ayudarles gestionando los alimentos para los niños y los elementos de aseo personal, ya que en esta cuarentena nos ha tocado guardarnos y tomar las medidas preventivas para evitar la propagación del virus”, contó Crespo a un voluntario de Acnur.
La bondad de esta costeña hace la diferencia. Y así lo confirma el venezolano David Virla, que quedó desempleado a raíz de la pandemia. Agradece que lo hayan recibido en esta emergencia.
Gracias a la dueña del hostal, la Alcaldía de Barranquilla, Acnur, la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) y el Programa Mundial de Alimentos, 49 migrantes y refugiados venezolanos tienen alimentos y un techo donde pasar la cuarentena.
Por: Proyecto Migración Venezuela @MigraVenezuela