Una nueva alerta lanzó este 17 de enero la Organización Internacional de las Migraciones. De acuerdo con datos del Proyecto Migrantes Desaparecidos de la OIM, 36 personas perdieron la vida en el Tapón del Darién en 2022, uno de los pasos fronterizos más peligrosos entre Colombia y Panamá, y que se ha convertido en el principal trayecto para las personas que quieren migrar a Estados Unidos.
Aclaró la OIM en un comunicado de prensa que esta cifra es un sub registro, pues de acuerdo con los relatos de otros migrantes, todo parece indicar que muchos migrantes mueren en el Tapón del Darién y sus restos no son ni informados ni recuperados, de modo que – afirman- esta cifra presenta solamente una pequeña fracción de la verdadera cantidad de vidas perdidas.
La cantidad de migrantes que han cruzado irregularmente a Panamá tras haberse embarcado en la peligrosa ruta del Tapón del Darién ha alcanzado una cifra récord en 2022, duplicando la del año pasado. De acuerdo con el Gobierno de Panamá, casi 250.000 personas cruzaron hacia ese país en 2022, en comparación con las cerca de 133.000 en 2021.
“Las historias que hemos escuchado de parte de quienes cruzaron el Tapón del Darién son testimonio de los horrores que este viaje involucra”, dijo Giuseppe Loprete, Jefe de Misión de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Panamá.
El vocero de la OIM aseguró que muchos han perdido la vida o han desaparecido en tanto que otros han logrado atravesarlo, pero “ahora tienen problemas de salud importantes, tanto físicos como mentales, a los cuales nosotros y nuestros asociados estamos respondiendo”.
Según Migración Panamá, la cantidad de venezolanos que sigue esta ruta aumentó unas 50 veces el año pasado en comparación con 2021, llegando a 150.327. A los nacionales de Venezuela le siguieron en cantidad los ecuatorianos (29.356), los haitianos (22.435), y los cubanos (5.961). Del total, cerca del 28% eran mujeres y un 72% eran hombres, en tanto que el 16% estaba representando por niños, niñas y adolescentes.
Loprete afirmó que la OIM y sus asociados están incrementando la respuesta en Panamá, brindando albergue temporal en centros de recepción coordinados por el Gobierno, colchones, frazadas, lámparas solares, medicamentos, alimentos y kits de higiene, además promoviendo el acceso a programas de regularización.
“En este contexto la OIM aboga por el establecimiento de rutas, canales y mecanismos migratorios seguros, ordenados y regulares, para proteger los derechos de los migrantes en tránsito y para prevenir situaciones de vulnerabilidad asociadas con la migración irregular y el tráfico de migrantes, entre otros peligros”, enfatizan, a la vez que demanda la investigación y el procesamiento de los traficantes y un mayor apoyo e inversiones en las comunidades de acogida.
Por: Milagros Palomares @milapalomares
