Esta nueva etapa del cubrimiento de la migración venezolana, la viviremos y la palparemos volcados desde las regiones. Les contaremos el nuevo reto de la integración, con más y mejores contenidos.
En la piel y en el corazón de casi dos millones de migrantes habitan hoy por hoy dos cosas: esa nostalgia que nunca muere por una tierra que adoran desbocadamente, y, al mismo tiempo, la hermosa certeza de que, por fin, le dijeron adiós a los tiempos amargos.
Ya están acá en Colombia, insertados en un país que los acogió con amor, solidaridad y respeto, un país que se la jugó por ellos, y que, gracias a la ayuda mancomunada de decenas de entidades nacionales, internacionales y multilaterales, les brinda la oportunidad de comenzar a escribir las primeras letras de un nuevo sueño: el de la integración.
Gracias al compromiso del gobierno colombiano, en cabeza del presidente Iván Duque, se desarrolló, gestionó y aprobó el Estatuto Temporal de Protección para Migrantes Venezolanos (ETPV) como una hoja de ruta clara y certera. Una vez se superó esa desafiante realidad de atender la mayor emergencia humanitaria en la historia del país, ahora todos estamos listos para el siguiente paso.
«Integrar a casi dos millones de personas, garantizándoles un nivel de vida adecuado, traducido en empleo, salud, educación, inclusión y respeto por la diferencia, es el nuevo, colosal e inmejorable reto que enfrentamos como sociedad ».
Se trata de uno de esos retos hermosos a los que es imposible renunciar, un reto que fabricará la filigrana de la felicidad de quienes hoy pueden mirarse a los ojos para prometerse un futuro bonito, ese al que tienen derecho, ese mismo del que tanto hablaron miles de veces en las madrugadas, caminando en una carretera, rumbo a la incertidumbre.
Una vez culmine el proceso del Registro Único de Migrantes Venezolanos, previsto para el 28 de mayo, comenzaremos esa fase en la que todos tenemos que aprender y poner manos a la obra. Entonces será clave la ayuda de quienes entendieron que el drama humanitario que vivieron quienes cruzaron la frontera abarca mucho más que, simplemente, llegar a otro país y establecerse.
Lo que viene ahora es integrarlos, aprovechar sus talentos, sus saberes, sus ganas, su sabiduría, su amor y su experiencia para tejer un nuevo país; integrar a cada uno de los migrantes y refugiados venezolanos es una apuesta ganadora; terminar de abrirles espacio en nuestra sociedad es la cuota inicial de un proceso que dará frutos perennes, fuertes y visibles.
Pero nada de esto sería posible sin la ayuda comprometida de socios como Estados Unidos, que a través de USAID, decidió darle un espaldarazo a cada sueño venezolano, con la inversión de 40 millones de dólares para apalancar una mejora sensible en la situación de todos y cada uno de los migrantes.
La piedra angular de ese apoyo del gobierno estadounidense es el Proyecto Integra, que significa un nuevo paso hacia adelante y que se traduce en una consigna clara: la migración es una oportunidad.
Y esas son las historias que les contaremos, con más y mejores contenidos; esta nueva etapa nos permitirá hacer el relato de una felicidad inédita, de una página nueva, rebosante de optimismo y ganas de seguir adelante.
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Nuestra página www.migravenezuela.com será el espacio para seguirles contando los detalles de cada centímetro de esta nueva felicidad llamada integración, y que es posible, gracias a ese espíritu indomable de quienes demostraron que guerrear la vida es una virtud tatuada en sus almas, y de quienes les extendieron una mano solidaria y respetuosa, sin dudas, sin reservas y sin otro anhelo que el de sentirlos como un hermano más en las calles.
Por: Mario Villalobos @maritovillalobo