El programa Conectando Caminos por los Derechos, de USAID, acerca a líderes comunitarios y migrantes provenientes de Venezuela a las entidades que garantizan sus derechos.
Reforzando el trabajo de orientación de la población migrante y retornada en el acceso a sus derechos, alrededor de 40 mujeres y hombres colombianos y migrantes, funcionarios públicos y representantes de organizaciones de cooperación internacional y la sociedad civil se han subido al bus de “La Ruta de la Ruta”, en Barranquilla y Cúcuta, en un recorrido por las entidades encargadas de atenderlos cuando se presentan conflictos o casos de Violencia Basada en Género, explotación laboral, trata de personas y otras violaciones de derechos humanos.
Esta iniciativa es liderada por el programa Conectando Caminos por los Derechos, de USAID, la cual se desarrolla en varios municipios del país en articulación con entidades públicas y organizaciones de la sociedad civil. Su implementación ha permitido a líderes y lideresas prepararse para orientar a las mujeres colombianas y venezolanas ante casos de agresión.
En Barranquilla, el primer recorrido comenzó por el hospital del barrio El Bosque, en el que las lideresas conversaron con funcionarias de la Secretaría de Salud acerca de los procedimientos para acceder a salud y justicia en casos de violencia física y sexual.
“Las mujeres venezolanas deben recibir la misma atención que las mujeres colombianas”, explicaron las funcionarias ante la pregunta por la atención de mujeres migrantes, que actualmente son las más vulnerables ante la violencia basada en género.
El bus de “La Ruta de la Ruta” continuó su recorrido hacia la Unidad de Servicios Especializados en Convivencia Ciudadana y Justicia Unidad (UCJ) en el barrio La Sierra, donde confluyen oficinas de la Comisaría de Familia, Fiscalía, Medicina Legal, el Juzgado Sexto de Pequeñas Causas y la Inspección de Policía. Los 20 viajeros, en su mayoría mujeres, fueron recibidos por los funcionarios, quienes expusieron el papel de cada una de las entidades y cómo acudir a ellas ante un caso de violencia.
Sandra Patricia Ciro, vicepresidenta de la Junta de Acción Comunal del barrio Villamar, en Barranquilla, explicó que lo más importante de este recorrido ha sido saber a dónde acudir cuando se presenta un caso de violencia.
“Saber cómo denunciar, qué pasa al denunciar y qué viene después de la denuncia. Aprendimos que las mujeres migrantes venezolanas que han sido víctimas de violencia tienen los mismos derechos que las colombianas, y la atención en salud y en justicia es igual para todas, aunque no tengan documentos”, puntualiza.
Para Orelly Bolaños, coordinadora de Prevención en la Oficina de la Mujer en Barranquilla, en “La Ruta de la Ruta” se rompieron barreras entre las comunidades y las instituciones. Según contó, con esta experiencia, los y las líderes sociales se familiarizaron con las rutas de atención, estuvieron en cada una de las instituciones y pudieron preguntarle directamente a cada uno y cada una de las funcionarias, así como explicarles sobre las vivencias de las víctimas de violencia basada en género.
En el primer recorrido de la Ruta de la Ruta realizado en la ciudad de Cúcuta, los funcionarios de la Fiscalía, el ICBF, la Secretaría de Salud y la Defensoría del Pueblo se subieron al bus junto a los líderes de organizaciones sociales y expusieron cuáles son sus funciones y procedimientos, mientras el bus realizaba la travesía entre el Policlínico de Atalaya, la Comisaría de Familia, el Centro de Convivencia y el Centro de Atención Psicosocial, donde las víctimas de violencias son atendidas sin distinción del tipo de documento que porten y su nacionalidad.
En los próximos meses, los recorridos de “La Ruta de la Ruta” continuarán acercando organizaciones sociales y líderes comunitarios a las entidades de justicia en Barranquilla, Cúcuta y otros municipios del país.
Por: Proyecto Migración Venezuela @MigraVenezuela
