Pasar de la asistencia humanitaria a la inclusión socio productiva es clave para entender que la migración forzada desde Venezuela representa una oportunidad para Colombia.
Muchas personas venezolanas huyeron de la crisis de su país sin más que una maleta a cuestas. Según cifras de Naciones Unidas, entre 2015 y 2022, este éxodo masivo suma 6,1 millones de migrantes y refugiados en el mundo.
A Colombia llegaron más de 1,8 millones de personas venezolanas, de acuerdo con los reportes oficiales de Migración Colombia. Al 5 de mayo de 2022, esa entidad contabilizó más de 2 millones 189 mil venezolanos radicados en el país, que iniciaron su proceso de regularización; de ellos, a cerca del 52 por ciento, equivalente a más de un millón 138.000, ya se les autorizó el Permiso por Protección Temporal (PPT).
El Estatuto Temporal de Protección para Migrantes Venezolanos (ETPV), que ya completa un año de implementación, es la herramienta que les brinda la oportunidad de un estatus migratorio regular por 10 años, para integrarlos al aparato productivo, tener acceso a educación, salud y servicios básicos. Esta iniciativa de acogida e integración de personas migrantes venezolanas es pionera en el planeta.
“Es invaluable la fraternidad del pueblo colombiano, que, pese a sus problemas locales, ha tendido su mano a estos hermanos en las comunidades receptoras”, refirió en su más reciente balance el director de Migración Colombia, Juan Francisco Espinosa.
La entrega del Permiso por Protección Temporal (PPT) se convierte en el paso de arranque de un proceso que requiere el trabajo mancomunado y articulado de la sociedad entera.
Espaldarazo a migrantes
Desde hace bastante tiempo se desarrollan iniciativas regionales en dirección hacia la integración. En Barranquilla, por ejemplo, el Centro de Integración Local para Migrantes se consolidó como referente en materia de gestión integral a la migración venezolana, y su trabajo fue reconocido recientemente con el sello IntegrHá-bitat, otorgado por la Organización de las Naciones Unidas.
De hecho, el sello fue entregado por la directora ejecutiva de ONU-Hábitat y secretaria general adjunta de las Naciones Unidas, Maimunah Mohd Sharif, quien destacó el trabajo de esta ciudad para ofrecer una alternativa con enfoque territorial. “No solo se deben compartir los éxitos, sino también los desafíos”, recalcó la funcionaria.
Ahora hay una nueva alternativa con el lanzamiento del Proyecto Integra de USAID, con una inversión de 40 millones de dólares, y con la intención de facilitar una integración sostenible de la población migrante, retornada y de las comunidades de acogida.
Este proyecto se enfoca en tres líneas de trabajo: mejorar la gestión fronteriza del Gobierno colombiano y la gobernabilidad migratoria, fortalecer la capacidad de los entes territoriales para proveer acceso de la población migrante a servicios sociales de calidad y reducir la xenofobia mediante el fortalecimiento de la cohesión social.
Centros Intégrate, un punto de encuentro y transformación
Un paso fundamental para abordar esta nueva etapa de la integración de las personas migrantes venezolanas al tejido social, y el aparato productivo del país es la apertura de los Centros Intégrate, que hacen parte de una estrategia liderada por la Gerencia de Fronteras, de la Presidencia de la República que articula el trabajo del Gobierno Nacional, los gobiernos locales y la cooperación internacional liderada por USAID.
Se trata de unos espacios donde la población migrante, retornada y la comunidad de acogida, tendrá información y acceso a todo el abanico de servicios. En ese sentido, Lucas Gómez, gerente de Fronteras, aseguró que lo que está sucediendo “es un hito, la manera en cómo Colombia decidió abordar la migración: no desde una perspectiva humanitaria sino buscando que lleguemos todos con productos de desarrollo para sacarle el máximo provecho a la migración”.
Son nueve centros, que funcionarán en las regiones y ciudades donde hay mayor concentración y presencia de personas migrantes y retornadas: allí tendrán acceso a la ruta para consolidar derechos básicos como educación, salud y trabajo, entre otros, en el mismo espacio físico, eliminando la barrera que significaba ir, de oficina en oficina, adelantando trámites.
En menos de una semana ya están en servicio los dos primeros, en Bucaramanga y Cúcuta. En todos los Centros Intégrate habrá personal especializado listo para atender a quienes llegan a buscar información o a adelantar alguna diligencia personal o familiar.
El alcalde de la capital de Santander, Juan Carlos Cárdenas, aseguró que “es una oferta completa, en términos de apoyo psicosocial, orientación jurídica, rutas de emprendimiento, que puedan acceder a educación, a servicios de salud, y acceso a programas culturales y deportivos para niños y jóvenes”.
Por su parte, Larry Sacks, director de la Misión de USAID en Colombia, destacó la importancia de esta estrategia. “La apertura de los Centros Intégrate es algo que va a generar esperanza y oportunidades no solo a las personas migrantes, sino que va a generar crecimiento económico a ciudades como Bucaramanga”, sostuvo el representante de esta Agencia.
«Es un hito la manera en cómo Colombia decidió abordar la migración, no desde una perspectiva humanitaria sino desde para sacarle el máximo provecho»
Lucas Gómez, gerente de Fronteras
Durante la jornada de apertura del Centro Intégrate en Bucaramanga, decenas de venezolanos acudieron a adelantar trámites y destacaron las ventajas de tener todos los servicios a la mano. José Daniel Bolívar, quien tiene apenas cuatro meses en Colombia, aseguró que “hay una buena atención, nos ayudan a solucionar todos los problemas; vine a hacer el trámite para la parte educativa y para adelantar el trámite del permiso temporal”.
María Hidalgo lleva un año viviendo en Bucaramanga; se enteró por un vecino de la apertura del Centro Intégrate y acudió con su familia para buscar información sobre el Registro Único de Migrantes Venezolanos. En cinco minutos resolvió sus dudas e invitó a otros compatriotas a que se apropien de toda la oferta de servicios. “Que aprovechen esta oportunidad que es muy buena, y que trabajemos todos en conjunto aquí en Colombia; vinimos a surgir y a estar con nuestros hermanos colombianos, a hacer una nueva vida acá”.
El balón está ahora en la cancha de quienes pueden aprovechar los talentos y saberes de las personas migrantes y retornadas para convertirlas en una fuerza productiva. Y también en la cancha de cada colombiano que debe percibir a cada venezolano como un paisano más a quien hay que respaldar.
Los gremios, los comerciantes, los empresarios y los ciudadanos de a pie, entre otras fuerzas vivas del país, tienen la oportunidad histórica de entender que detrás de cada migrante hay un sueño y una persona con talentos y capacidades que lo convierte en bastión para el progreso para Colombia.
Por: Mario Villalobos / Milagros Palomares