Con asistencia de USAID y otras organizaciones se ha apoyado a 3.383 migrantes, en 19 municipios del país, con formación empresarial especializada y acompañamiento socio-emocional, para ayudarlos a hacer realidad sus ideas de negocio.
El acceso a cuentas de ahorro y a créditos en entidades bancarias es uno de los puntos más álgidos para la inclusión financiera de las personas migrantes y refugiadas venezolanas en Colombia.
Muchas entidades bancarias les exigen el pasaporte venezolano como documento de identificación, además del Permiso por Protección Temporal (PPT), para abrirles cuentas, y esto impide que sean bancarizados, debido a que estas personas tienen múltiples barreras para acceder al pasaporte en Venezuela.
Sin embargo, al conocer las necesidades de los migrantes, el programa Emprendimientos Productivos para la Paz (Empropaz), a través de Bancamía, ha acompañado a 7.242 personas de esta población, 55% de ellos mujeres, con acceso a cuentas de ahorro, créditos productivos y Certificado de Depósito a Término Fiijo (CDT’s).
Según detallaron en un comunicado de prensa, su trabajo ha ido más allá, y en alianza con USAID, la Corporación Mundial de la Mujer Colombia y De Mis Manos, desde el año 2020 puso en marcha procesos de acompañamiento que brindan formación especializada, apoyo socio-emocional, educación financiera y acceso a productos y servicios financieros en condiciones especiales a migrantes venezolanos, colombianos retornados y comunidades de acogida.
Precisaron que con Empropaz se atienden a 3.383 venezolanos, el 92% de ellos son vulnerables desde el punto de vista de sus ingresos, estos han recibido capacitación en el desarrollo de habilidades empresariales, asesoría psicosocial. Además, el programa brinda oportunidades de inclusión financiera en 19 municipios priorizados, ubicados en ocho departamentos, donde tiene cobertura para esta población.
La migrante venezolana Yesenia Gómez, diseñadora de 41 años, es una de las beneficiarias de este programa. Ella cuenta que decidió venir a Colombia hace cinco años en busca de nuevas oportunidades, dejando atrás una empresa de confección. Agradeció que gracias a un crédito de Bancamía pudo comprar máquinas e implementos para dotar un taller de maquila y comenzar a materializar su idea de negocio.
Gómez llegó hace un año a Empropaz y con el apoyo del programa construyó su marca ‘Eli Gómez’, especializada en la elaboración de pijamas, ropa interior y exterior. También, ha podido desarrollar habilidades en el manejo de las finanzas de su unidad productiva, generación de empleo, diversificación de portafolio, entre otros conocimientos que se requieren para fortalecer una microempresa.
Al igual que Gómez, los migrantes participantes en este programa han podido mejorar sus capacidades en campos como el desarrollo organizacional, la creación de estrategias comerciales y el manejo de finanzas y recursos.
Miguel Achury, gerente del programa Empropaz, apuntó que han identificado que los migrantes venezolanos valoran la formación como un paso previo a su inclusión financiera porque están buscando una estabilidad productiva para mejorar la calidad de vida de sus familias.
“Es en ese sentido de arraigo y apoyo a su entorno desde donde trabajamos con apoyo psico-social y comunitario para acompañarlos también en lo emocional, para facilitar su adaptación a los cambios que trae una nueva vida”, agregó Achury.
Por: Milagros Palomares @milapalomares