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Día del idioma: pequeñas diferencias lingüísticas entre Venezuela y Colombia

Se realiza la versión 35 de la Feria Internacional del Libro de Bogotá, la cual se llevará a cabo del 18 de abril al 2 de Mayo.
Se realiza la versión 35 de la Feria Internacional del Libro de Bogotá, la cual se llevará a cabo del 18 de abril al 2 de Mayo. (Colprensa - John Paz)

Aunque en ambos países se habla español, hay variantes dentro del lenguaje, propias de las diferencias culturales.

El 23 de abril se celebra el Día del Idioma en honor al fallecimiento de Miguel de Cervantes Saavedra, uno de los escritores más importantes de la literatura en español.

Los venezolanos y los colombianos comparten muchas similitudes culturales y lingüísticas debido a sus antecedentes históricos. Sin embargo, hay algunas diferencias sutiles entre las dos naciones.

Culturalmente, los venezolanos tienden a ser más abiertos y expresivos que los colombianos, con mayor énfasis en las relaciones familiares y personales. También tienden a ser más extrovertidos, a menudo entablando conversaciones con extraños o en lugares públicos. Por su parte, los colombianos son más formales en el trato y más respetuosos del espacio físico de las personas.

Lingüísticamente, las dos culturas tienen algunas diferencias.  Iván Durán, migrante venezolano residenciado en Colombia desde 2011, explica, por ejemplo, en términos como mercado, ellos lo llaman fruver (zona donde solo venden verduras), al céleri lo llaman apio o arracacha, al anime le dicen icopor, al alicate de presión le dicen “hombre-solo”, a la parchita le dicen maracuyá, a la lechosa le dicen papaya.

“También tienen expresiones como -¿Me puede regalar una gaseosa?- refiriéndose a que le está pidiendo al de la tienda que le venda un refresco, así con cualquier producto y  le dicen vecino a todo el mundo, así no sean personas que vivan cerca”, señala.

Vanessa Rangel, migrante venezolana, apunta que a pesar del tiempo que lleva en Colombia (alrededor de cinco años), ella mantiene su forma de hablar y su acento, mientras que su hija Anaiviv, de 13 años, sí tiene “el cantadito colombiano”, pues ella llegó cuando apenas tenía ocho años y además porque comparte sus estudios con compañeros de estudio.

“Al principio nos pareció extraño que a los niños les digan chino o pelado,  -mona- se les dice a las mujeres o niñas de pelo rubio y chimba significa genial, maravilloso, muy interesante”. 

De igual forma, agrega que el apelativo de “morocho” se refiere a las personas de tez morena o trigueña, cuando en Venezuela se les llama así a los mellizos. Otra palabra que se escucha mucho es “Sumercé”. Según Vanessa, esta palabra la usan en las conversaciones cotidianas en lugar de emplear el ‘usted’.

“Otra palabra que me llamó la atención es que los colombianos, para señalar que algo estuvo muy mal, utilizan la palabra ‘paila’: Ese trabajo quedó muy paila”.

Entretanto, Manuel Díaz, cree que “culturalmente Venezuela y Colombia se parecen muchísimo. “Para empezar tenemos al mismo Libertador. Alguna vez fuimos una misma nación y nuestros climas y geografía se parecen. Sin embargo, hay diferencias en cuanto a gusto musical, comidas y evidentemente la forma de hablar”. 

A su juicio, “el colombiano es más andino y nosotros los venezolanos somos más caribeños. Por esa razón, a los nativos de la costa atlántica de Colombia les dicen que hablan como venezolanos y a los andinos venezolanos les decimos que hablan como colombianos”.

Para los entendidos, los venezolanos tienen una cultura más caribeña, influenciada por la música salsa, el merengue y la bachata, mientras que los colombianos tienen una cultura más andina, con la cumbia y el vallenato como principales referentes.

Aquí se habla español

Dicho de otra manera, aunque se habla el mismo idioma, las variaciones pueden confundir al momento de la comunicación, pero entenderse no es complicado debido al contexto de la conversación y es una oportunidad para enriquecer la diversidad cultural y lingüística de ambos países.

Las pequeñas brechas de comunicación entre las poblaciones migrantes y la población colombiana no han generado significativos malentendidos o choques culturales, por lo que no han afectado el proceso de integración. Existe entre ambas nacionales una comprensión y un respeto adecuado por la cultura y el idioma de los demás, por lo que la integración sí es imposible.