Así será la reactivación de la frontera entre Colombia y Venezuela (parte 2)

La clave para la recuperación de la economía fronteriza, que depende en gran parte de la informalidad, es tener una migración ordenada y consensuada | Por: ESTEBAN VEGA | SEMANA

Quienes han trabajado sin desmayo por mantener una calidad de vida para los ciudadanos de ambos países, pese a la ruptura diplomática, consideran que se abre una puerta de oportunidades para mantener el trabajo conjunto y articulado.

Lo primero que las autoridades analizan es que la frontera con Venezuela es muy diferente a la de 2015, cuando se rompieron relaciones binacionales. La economía ya no depende tanto del contrabando de gasolina y de los llamados pimpineros, sino que la crisis catapultó una cooperación entre Norte de Santander y Táchira para conjurar la gravedad de la situación.

“Se realizaron en el 2016 más de 23 mesas trabajo en frontera y el año pasado en cabeza de la Gobernación de Norte de Santander y la Cámara de Comercio se desarrollaron más de 19 mesas de alistamiento para esta apertura. Hay mucha claridad del cómo poder avanzar en este proceso”, asegura Víctor Bautista, secretario de Fronteras, Asuntos Migratorios y Cooperación de Norte de Santander y uno de los artífices de estos logros.

En el día a día, el siguiente desafío es lograr mantener un control migratorio confiable que permita saber quién, cómo y qué hace cada ciudadano que cruza por la frontera, en aras, entre otras cosas, de poder generar información confiable que defina políticas públicas de atención en servicios básicos como salud, educación y empleo, entre otros.

«Todo esto dependerá de un buen esquema de control documental y de un sistema de información migratorio capaz de diferenciar los flujos migratorios de la población pendular activa en la frontera. Hay que crear un sistema metropolitano binacional que facilite la movilidad transfronteriza y que cuente con elementos tecnológicos adecuados para el control migratorio y la seguridad ciudadana».

Víctor Bautista, secretario de Fronteras, Asuntos Migratorios y Cooperación de Norte de Santander

Adicionalmente, es clave reactivar el sector transporte, cuyo control aduanero está en Paraguachón, La Guajira, y cuyo regreso a territorio nortesantandereano apalancaría decididamente el despegue de la economía fronteriza.

“La decisión de reabrir de forma integral los pasos fronterizos y con ello las operaciones de aduana en esta zona implicará que muchos actores regresen a este eje de frontera. No hay duda que un relacionamiento más positivo con Venezuela tiene unas perspectivas económicas para la región de frontera que son muy necesarias en el marco de una reactivación postpandemia”, asegura Bautista.

Lo que sí es claro, es que el trabajo silencioso, que se adelantó mientras se agravaba la crisis, está dando frutos sobre la base de que la necesidad puso a las autoridades de ambos países frente a frente para trabajar en llave como la única opción.

«El gobernador de Táchira, así como los gremios de esa zona han sido actores clave y con buena disposición para avanzar hacia una dinámica de cooperación y complementariedad fronteriza. Este empoderamiento regional es producto del vacío de comunicación entre Bogotá y Caracas y en una nueva etapa se constituye en una gran ventaja para los dos gobiernos centrales».

Víctor Bautista, secretario de Fronteras, Asuntos Migratorios y Cooperación de Norte de Santander

Con ese panorama, el trabajo conjunto de las autoridades de ambas naciones es la clave para beneficiar a los ciudadanos de las dos naciones, ahora que se vislumbra luz al final del túnel, tras el anuncio de Bogotá y Caracas de retomar las relaciones binacionales, luego de una conversación entre el presidente electo, Gustavo Petro y el número uno del régimen de Venezuela, Nicolás Maduro.

De la celeridad con que se cristalice lo que convinieron en esa llamada telefónica dependerá el avance del empalme y, por tanto, la reactivación de la frontera luego de siete años de crisis.

Por: Mario Villalobos @maritovillalobo