Así será la reactivación de la frontera entre Colombia y Venezuela (Parte 1)

Miles de personas, a ambos lados de la frontera, esperan un acuerdo rápido y sostenible entre los Gobiernos de Colombia y Venezuela para retomar su cotidianidad y reactivar la economía | Por: ALEXANDRA RUIZ POVEDA | SEMANA

¿Cómo será la nueva frontera? ¿cuáles serán los cuellos de botella que enfrentará ese proceso? ¿qué cambios visibles observarán colombianos y venezolanos en lo que resta de 2022? El secretario de Fronteras, Asuntos Migratorios y Cooperación de Norte de Santander explica con detalles.

La decisión del presidente electo, Gustavo Petro, de reabrir la frontera va más allá de un simple anuncio político y requiere poner en marcha y cuidadosamente una serie de dinámicas que permitan que la cotidianidad regrese de manera paulatina.

El anuncio de quien será el Jefe de Estado a partir del 7 de agosto desató la euforia de miles de personas de lado y lado de la frontera, y de las autoridades civiles, entre ellos el alcalde de Cúcuta, Jairo Yáñez, quien celebró la medida, asegurando que además de la economía, “hay que resolver mutuamente problemas graves como el narcotráfico y la presencia de grupos ilegales; una solución para Cúcuta arranca así como se plantea, con un diálogo”.

Por fortuna, ya hay una hoja de ruta que se vino trazando gracias al esfuerzo de quienes, a pesar de las espinosas relaciones binacionales, entendieron la importancia de ir reactivando la vida fronteriza más allá de las diferencias entre los dos Gobiernos.

Víctor Bautista, secretario de Fronteras, Asuntos Migratorios y Cooperación de Norte de Santander, asegura que el primer desafío es definir el tipo de frontera que se quiere tener para poder trabajar en los retos inmediatos, y de ello dependerá la velocidad del proceso.


«Es necesario de manera muy pronta contar con una comisión de trabajo que pueda valorar las condiciones logísticas que tiene el área metropolitana de Cúcuta y las zonas limítrofes del Estado Táchira. Sobre esto ya hemos venido trabajando entre las Gobernaciones de Norte de Santander y el Táchira y no solo desde la perspectiva de lo público sino además con mucha participación de las cámaras de comercio y gremios de ambos lados de la frontera»

Víctor Bautista, secretario de Fronteras, Asuntos Migratorios y Cooperación de Norte de Santander


Para ello, dice, es necesario que se articulen de manera rápida los equipos que van a estar a cargo de temas clave como la seguridad, el control migratorio, el aduanero y el de transporte.

Ahora bien, es necesario también pensar en cómo resolver los cuellos de botella más significativos para que el proceso de reapertura de la frontera, aunque gradual, sea sostenible y duradero.

Uno de esos cuellos de botella es la aprobación del acuerdo de transporte internacional entre ambos países, que, según Bautista, requiere de la aprobación del Congreso de Colombia, y la reanudación del transporte público que une al área metropolitana de Cúcuta con San Antonio del Táchira y Ureña, los municipios más cercanos del otro lado de la frontera.

“En la medida que los actores regionales contemos con un respaldo político de los dos Gobiernos nacionales se podrá avanzar, pero debe ser de forma segura y ordenada, hay muchos aspectos técnicos por definir ya que esta frontera ya no es la misma de agosto de 2015 cuando se fracturó con los cierres ya conocidos por todos.”, sostiene Bautista.

Ahora bien, ¿qué cambios puntuales podrán observar los ciudadanos de ambos países en lo que resta del año, considerando que aunque Petro asume el poder dentro de pocas semanas, es necesario un acuerdo binacional que parece complejo?.

Bautista considera que todo depende del tipo de acuerdo migratorio que se pueda alcanzar entre los dos países para que las cosas fluyan.

Se estima que al menos nueve mil personas venezolanas llegan al mes y no es sano permitir que se incremente la irregularidad; Adicionalmente, hay una cantidad de población flotante -entre ellos trabajadores y cerca de 4700 estudiantes- que va y viene todos los días y requiere soluciones inmediatas.

“Miles de personas han debido transitar por las denominadas “Trochas” para cruzar la frontera por las restricciones de control migratorio, incluidos los horarios restringidos, y por ello son objetivo de extorsión de varios de los grupos delincuenciales que se disputan el control fronterizo”, asegura el funcionario.

Sin embargo, entre más crece la expectativa por la reapertura, más aspectos de reflexión se plantean: la reactivación del comercio, el abastecimiento de combustibles y la seguridad ciudadana.

Mañana, en nuestra segunda entrega les contaremos cómo se está trabajando interinstitucionalmente para poder abarcar todas esas preocupaciones, y cuál sería el diseño ideal para la frontera, considerando que el nuevo Gobierno colombiano apenas está comenzando a hacer el empalme con el Gobierno saliente.

Por: Mario Villalobos @maritovillalobo