Entre enero y noviembre de 2022, la Pastoral de la Movilidad Humana de la Iglesia Católica en Táchira contabilizó más de 10.700 venezolanos en estado de vulnerabilidad que salieron caminando del país por esta frontera hacia otras naciones.
Durante el año 2022 no paró la migración masiva de personas venezolanas, sobre todo de los que huyen caminando de la crisis social y humanitaria del vecino país.
Así lo confirmó el más reciente reporte de la Pastoral de Movilidad Humana de la Iglesia Católica en Táchira, que registró 10.700 venezolanos en estado de vulnerabilidad que salieron a pie del país por la frontera sur occidente del estado Táchira hacia otras naciones, entre enero y noviembre de 2022.
El sacerdote Ricardo Ramírez, director de Cáritas en Táchira, ofreció detalles al diario venezolano Versión Final, y aseguró que en diciembre se registró pequeño retorno de migrantes debido a que muchos de ellos retornaron al país, con el fin de reencontrarse con sus seres queridos.
“Entre 40% y 45% de los migrantes son niños y adolescentes. No hay adultos que pasen sin niños o sin adolescentes, exponiéndose a esos riesgos de pasar por las vías”, aseguró Ramírez, a la vez que detalló que si bien la movilidad de ciudadanos se ha mantenido en los últimos años, hubo un notorio aumento tras el levantamiento de las medidas sanitarias contra la covid-19.
“Después de la pandemia, estas personas se fueron con la esperanza de ir a Colombia. Y si no conseguían trabajo en Colombia, se iban a Chile o a Ecuador. La mayoría de ellos no han tenido un destino”, dijo Ramírez.
El vocero de Caritas aclaró que esta cifra solo corresponde a los ciudadanos que se acercaron a las casas de paso instaladas entre Barinas y la frontera colombiana. En estos lugares les brindan atención a las personas que cruzan esta zona fronteriza hacia Colombia.
De hecho, desde el mes de enero se observa un alto flujo de caminantes venezolanos en la frontera de Norte de Santander. Esta realidad es evidenciada a diario desde Cúcuta, Los Patios, Pamplona y Bucaramanga, según constatan dos organizaciones civiles, la Fundación Nueva Ilusión y Hermanos Caminantes, que están asentadas en varios puntos de esta ruta migratoria, y que con ayuda de varias organizaciones internacionales donan —en la medida de lo posible— un plato de comida caliente y abrigo para los que se atreven a caminar por el peligroso páramo de Berlín.
Patricia Salgado, presidenta de la Fundación Nueva Ilusión, contó al Proyecto Migración Venezuela que a diario están ofreciendo aproximadamente 412 platos de comida, y que en su mayoría ven cómo llegan desde Venezuela familias enteras muy vulnerables, con muchos niños, que vienen caminando desde los estados centrales del vecino país.
Por su parte, Ronald Vergara, a cargo de la fundación Hermanos Caminantes, ubicada en el kilómetro 93, de la vía Cúcuta – Pamplona, relató que la migración de caminantes venezolanos está desbordada desde los primeros días de enero.
El director del centro humanitario precisó que los destinos más comunes de los caminantes son Perú, Ecuador, Chile, Uruguay y Argentina. Según lo que le cuentan los migrantes, algunos se quedan en Colombia, pero otros van de paso hacia otros países del continente.
Por: Milagros Palomares @milapalomares