El encargado de negocios de la Embajada de Venezuela en Colombia, Eduardo Battistini, conversó con el Proyecto Migración Venezuela sobre los retos de la inclusión y programas de atención a los migrantes venezolanos y colombianos retornados.
Es sociólogo y tiene 39 años. Eduardo Battistini es uno de los rostros más frescos —políticamente hablando— de los líderes del llamado Gobierno interino de Juan Guaidó, que desde el año 2015 se atrevió a desafiar, con el apoyo de 50 países del mundo, al régimen de Nicolás Maduro.
Fue amenazado y se refugió durante cuatro meses en la Embajada de México, en Caracas. A Colombia llegó en enero 2020 como otro perseguido más del autoritarismo del vecino país. Sin embargo, eso no fue impedimento para que en agosto de 2021, en plena pandemia por la covid-19, asumiera el rol de diplomático en la Embajada de Venezuela en Colombia, una entidad que ha sido reconocida institucionalmente por el Gobierno colombiano.
– Hablemos de integración ¿Cuán importante es lograr la inclusión socio económica de la población migrante y refugiada venezolana en Colombia?
Esa inclusión es fundamental. Yo creo que el presidente Iván Duque ha dado un ejemplo distinto a toda la región porque ha visto la migración venezolana como una oportunidad y no como una amenaza. Y con base en este argumento ha diseñado una estrategia fundamental para poder integrar a esta población, que es regularizarlos.
La creación del Estatuto Temporal de Protección para Migrantes Venezolanos es es la medida -sin paragón en la región y en el mundo-en materia migratoria en las últimas décadas, se les ha dado la oportunidad hoy a más de un millón de venezolanos de tener una regularización que les permite gozar de los mismos derechos como cualquier ciudadano colombiano, a excepción del voto.
Esa integración es esencial para que los venezolanos puedan ejercer sus derechos económicos, sociales y familiares, y junto a este pueblo colombiano poder construir una Colombia mucho más fuerte y productiva.
– ¿Qué estrategias están implementando desde la Embajada de Venezuela en Colombia para derribar las barreras de la eliminación de las sedes consulares ordenadas por el régimen de Nicolás Maduro?
Lo primero que hemos hecho es no quedarnos en lo que no podemos hacer, que es el tema de pasaportes y cédulas de identidad, que es un sistema que está secuestrado por la dictadura de Nicolás Maduro. En los países donde hay consulados del régimen, los venezolanos no tienen acceso a esta documentación, porque son presos de las mafias de la corrupción de la Cancillería de Venezuela y porque además es una política de ellos de indocumentar a los venezolanos que estamos fuera, por la sencilla razón de que no podamos ejercer nuestro derecho al voto en una elección democrática y libre de Venezuela.
Sin embargo, desde la Embajada de Venezuela en Colombia nos hemos ido hacia lo que podemos hacer, que es certificar partidas de nacimiento, otorgando partidas de nacimiento para los niños que no pudieron ser presentados en Venezuela, además sustituyendo la apostilla de los documentos universitarios a través de la Cancillería de Colombia.
– Precisamente, la certificación y apostilla de títulos académicos es uno de los principales obstáculos para que los migrantes venezolanos convaliden sus profesiones en los países de acogida. ¿Cómo lograron avanzar en este ámbito en Colombia? ¿Cuántos venezolanos han hecho este trámite a través de la Embajada?
Lo primero que hicimos fue sensibilizar a la Cancillería de Colombia y al Ministerio de Educación de lo imposible que es conseguir una apostilla en Venezuela, y estas dos instituciones accedieron a hacer un intercambio de notas que le da la potestad a la Embajada de Venezuela en Colombia de certificar estos documentos universitarios de los migrantes venezolanos de manera gratuita, y posteriormente esa certificación el ciudadano la lleva a la página de la Cancillería, y con escasamente 23 mil pesos ya tiene su apostilla para iniciar su trámite de convalidación ante el Ministerio de Eduación de Colombia.
Con este mecanismo hemos realizado 42 mil certificaciones de documentos universitarios de venezolanos en Colombia. En términos reales esto significa que les hemos quitado más de 21 millones de dólares a la mafia de la apostilla del régimen de Nicolás Maduro, en Venezuela.
– Coméntenos sobre la denuncia que usted hizo recientemente en redes sociales sobre el trámite de la apostilla
Lamentablemente hemos tenido información y denuncias en el departamento del Cesar, de personas inescrupulosas que al propio estilo del Madurismo se aprovechan de la necesidad y desesperación de los migrantes venezolanos para estafarlos.
Como el régimen nos ha acostumbrado a que todos los trámites tienen que ser a través de un gestor, las personas son presas fáciles y víctimas de estos estafadores que cobran en Colombia hasta tres millones de pesos por la apostilla, que es gratuita ante la Embajada nuestra.
No se dejen engañar, estén pendientes de las redes sociales de la Embajada de Venezuela en Colombia y de las ONG que através del programa Ventana Ciudadana son las únicas autorizadas para apoyar a los migrantes venezolanos en estos casos.
«Mientras en Venezuela no haya una elección libre y democrática, que permita elegir a los venezolanos un presidente de verdad, que pueda tener la legitimidad del pueblo a través del voto, no va a parar la crisis migratoria en los países de la región»
Eduardo Battistini, encargado de negocios de la Embajada de Venezuela en Colombia
– ¿Los programas de atención que maneja la Embajada de Venezuela en Colombia también están enfocados en los colombianos retornados?
Sí, totalmente. Venezuela y Colombia son pueblos hermanos, nosotros recibimos más de ocho millones de colombianos que hicieron su vida y estudiaron en Venezuela, y ahora están nuevamente en Colombia producto de la crisis. Para ellos hemos abierto un canal que es tramitesretornados@embajadadevenezuela.co para brindarles toda la oferta de servicios que les damos a los ciudadanos venezolanos.
– Antes de que usted asumiera este cargo que le encomendó el líder opositor Juan Guaidó, los migrantes venezolanos casi no tenían confianza en la institucionalidad de esta Embajada ¿Cómo hizo para revertir esa percepción?
Lo que hicimos fue colocar ese reconocimiento que el presidente Iván Duque le dio al presidente interino Juan Guaidó para ponerlo al servicio de la gente, no como un beneficio personal o como un ego político.
Hemos tenido una política de recorrer el país y de estar en la calle con los migrantes venezolanos y los colombianos retornados. Tenemos una dinámica de interacción muy importante a través de las redes sociales, que se han convertido en nuestra oficina, y que nuestro equipo está dando lo mejor de sí, con empatía para entender las necesidades de esta población.
– ¿Qué significa para un activista como usted, ahora diplomático, trabajar por la integración de sus paisanos en el país que lo recibió como exiliado político?
Para mí es un gran reto. Hace dos años, cuando me tocó salir de Venezuela producto de la persecución, no tenía en mi mente estar en una posición diplomática. Para mí esto es un aprendizaje, es poder todos los días hacer cosas en favor de los migrantes venezolanos.
La verdad se siente muy bien recibir mensajes de venezolanos que estuvieron años tratando de apostillar un documento en Venezuela para convalidar su título y lo pudieron hacer a través de nuestra embajada en Colombia.
– La crisis social, económica y humanitaria de Venezuela no ha parado desde hace siete años, hasta el punto de que unas 1.400 personas huyen por día ¿Qué escenario pronostica sobre esta diáspora? ¿Terminará o continuará creciendo?
La diáspora continuará saliendo de Venezuela en la medida que Nicolás Maduro continúe en el poder. Los venezolanos no decidieron irse de paseo o vinieron a Bogotá a conocer Monserrate, no; los venezolanos salen del país porque está viviendo la peor crisis en la región.
Venezuela además ha desmostrado que no hace falta una guerra o un desastre natural para generar las mismas consecuencias de una crisis migratoria.
– ¿Qué mensaje le envía a las instituciones colombianas y a los empresarios para que volteen su mirada hacia la fuerza laboral de los migrantes venezolanos?
Mi mensaje es que los venezolanos somos gente de bien, gente trabajadora, echada pa’ lante que lamentablemente tuvimos que dejar nuestro país. Venezuela siempre fue un país acostumbrado a recibir migrantes y esa migración forzada tiene una necesidad enorme de comerse al mundo, de generar una oportunidad para él y su familia de poder progresar.
Yo lo que les digo es que les tengan confianza a los venezolanos, que les tengan fe a esa resiliencia, y que no solo volteen su mirada hacia ellos, sino que les tiendan la mano como lo han hecho muchas instituciones colombianas y privadas. Estamos en Colombia para construir, pero tenemos medio corazón puesto en Venezuela porque cuando el cambio llegue muchos nos vamos a regresar a reconstruir nuestra patria y vamos a tener un infinito agradecimiento por la fraternidad del pueblo colombiano.
Por: Milagros Palomares @milapalomares