En la actualidad, la mayoría de los restaurantes y pequeños emprendimientos de comida venezolana se han instalado en la ciudad capitalina, así como en Medellín y Cúcuta

Fátima De Oliveira – Te lo Cuento News

Millones de venezolanos han emigrado a Colombia en los últimos años y esto ha tenido un fuerte impacto cultural, especialmente en las tradiciones culinarias de aquellas ciudades que se convirtieron en el nuevo hogar de esos migrantes.

Ahora es muy común ver en las calles de Bogotá, por ejemplo, negocios en donde se venden arepas, tequeños, pabellón y -si diciembre está cerca- la infaltable hallaca. Pero no solo los venezolanos se acercan a degustar sus platos típicos, también los colombianos le han agarrado cariño a la sazón venezolana.

Con puestos callejeros, restaurantes o cafés, los venezolanos han dejado su huella en la capital colombiana, además, algunos lugares han modificado sus menús para adaptarse al paladar de los venezolanos que viven en Bogotá.

Un recetario que se expande

Si en Colombia la arepa es un acompañante del plato principal, en Venezuela es la protagonista, es por eso que la migración venezolana ha logrado de forma involuntaria la exportación de su recetario y de sus indispensables productos culinarios.

Precisamente la arepa venezolana ha logrado conquistar el paladar de los colombianos con sus rellenos originales y versátiles. Aunque el origen de este plato ha sido motivo de controversia en las redes sociales, los comensales han llegado a la conclusión de que lo que importa es el sabor. 

Este plato, que compite con la arepa de choclo, se vende en casi toda Colombia, así como la práctica mezcla de maíz precocido que se popularizó en Venezuela hace décadas para la preparación rápida de este sabroso desayuno.  

Aparte de la arepa, otras recetas venezolanas se han posicionado en Colombia, como es el caso de la cachapa, una especie de panqueca o torta fina, hecha a base de un maíz muy tierno molido, que le da un sabor dulce.

Suele rellenarse con mantequilla y diferentes tipos de quesos artesanales, típicos de la gastronomía venezolana. Dependiendo del gusto del comensal, también se le puede agregar cochino frito, jamón, chicharrón y chorizo. 

Otra receta que cruzó la frontera es la de los tequeños, el “pasapalo” por excelencia en todas las fiestas venezolanas. Se trata de unos palitos de queso forrados con masa de maíz que se cocinan en una sartén con bastante aceite, ya que al freírlos adquieren la contextura crocante que caracteriza a esta comida.

Los tequeños han evolucionado con el paso de los años, cambiando de tamaño para convertirse en platos más completos. Ya no solo los rellenan con quesos, sino que les agregan chocolate y dulce de leche (para hacerlos dulces), o jamón y carne (para hacerlos salados).

También las comidas rápidas venezolanas se han vuelto muy recurrentes y ansiadas en algunas ciudades colombianas. Para los comensales de ese país, lo más atractivo de estos platos son las salsas, como la de ajo, queso, tocineta y la deliciosa guasacaca, que es una salsa hecha a base de aguacate, muy popular en Venezuela. 

Todos estos deliciosos platos venezolanos y más se pueden encontrar en diferentes partes de Colombia, especialmente en ciudades como Bogotá, Medellín y Cúcuta, donde viven miles de venezolanos en la actualidad. 

En el barrio El Poblado, de Medellín, se encuentra el restaurante Mi Rica Arepa, en dónde preparan el plato que inspiró su nombre, pero también empanadas, cachapas, perros calientes, tequeños, hallacas, patacones y más.

Coqui Lunch es una excelente opción para los venezolanos que están asentados en la capital y extrañan la sazón de su país. Ubicado en Chapinero, este restaurante se caracteriza por platos como el pabellón, que contiene arroz blanco, carne mechada, queso, arepa, huevo y caraotas (frijoles negros); el sancocho típico, que es un caldo de carne con diferentes verduras; la sopa de mondongo, que contiene panza de ganado y verduras: y, si se acerca la Navidad, el infaltable pan de jamón, que se caracteriza porque se le coloca aceitunas, pazas y tocino.

Ya más cerca de Venezuela, se puede encontrar a Capachos Food, en Villa del Rosario, Cúcuta. Allí, aparte de la típica arepa, se pueden encontrar platos más variados para todos los gustos. Un extra que ofrece este restaurante es la venta de las famosas golosinas venezolanas, como la Samba, los chocolates Savoy, la Ovomaltina y los Palitos, que son galletas con chocolate. 

De acuerdo con los planteamientos del fallecido historiador José Rafael Lovera, autor de Historia de la alimentación en Venezuela, la gastronomía es la imagen que una sociedad crea sobre sí misma y que, eventualmente, traspasa las fronteras para formar parte de su historia y su identidad.