Con hojas de ruta y estableciendo acciones coordinadas entre las organizaciones no gubernamentales, el sector privado y las instituciones del Estado se puede ofrecer una ayuda más eficiente para los migrantes y refugiados.

Fátima De Oliveira, Te lo Cuento News

El año pasado, el Comité Internacional de Rescate, Mercy Corps, Save The Children y World Vision se comprometieron a continuar ayudando hasta el año 2024 a los migrantes venezolanos que se encuentran en Colombia y en otros países de la región latinoamericana.

En este sentido, los representantes de estos organismos, junto a las autoridades del país y las ONG internacionales, se ofrecieron a facilitar el acceso a la ayuda humanitaria para las personas con necesidades urgentes en Antioquia, Arauca, Bogotá, Bolívar, Cundinamarca, La Guajira y Norte de Santander.

Tal como lo señalan las cifras de la encuesta Pulso de las Migraciones del DANE, realizada a principios de 2022, en Colombia viven más de 2,5 millones de venezolanos, de los cuales, 85% tuvo problemas para obtener un trabajo pago, un porcentaje que alcanza 90% entre las mujeres.

De acuerdo con las Naciones Unidas, es urgente mejorar la protección y aumentar las oportunidades de empleo, ya que la mitad de la población migrante venezolana que se ha movilizado en la región latinoamericana no puede costear tres comidas al día y tampoco cuenta con una vivienda segura. 

Es en este punto en el que las organizaciones no gubernamentales juegan un rol fundamental, ya que se encargan de canalizar las denuncias y las ayudas. Cécile Lavergne, directora ejecutiva y fundadora de CLEO, detalló que su institución ha creado varios planes enfocados en las mujeres y niños venezolanos, puesto que suelen ser los más vulnerables.

“La Corporación CLEO es una ONG internacional que dentro de su modelo de sostenibilidad ofrece servicios de asesoría o consultoría a cualquier entidad que tenga proyectos sociales, humanitarios o de desarrollo (…) Adicionalmente, brindamos asesorías a los migrantes que necesitan orientación para el tema de la documentación y orientación en salud y educación”, dice.

Retos por enfrentar

Las ONG que operan actualmente en Colombia se encargan de canalizar las ayudas y las denuncias para que las entidades pertinentes del país puedan ofrecer respuestas eficientes a las problemáticas que enfrentan los migrantes venezolanos, así lo señaló la representante de Fundación Sin Fronteras.

“Nosotros como ONG tratamos de canalizar todas esas vulneraciones de derecho a través de las entidades que se encargan de ellas, como la Personería, la Defensoría del Pueblo, los programas de ACNUR, el Pao, etc. Incluso la Universidad de Manizales trabajó con el escritorio jurídico. Nosotros canalizamos esas rutas para que las denuncias lleguen a las fuentes directas”, explicó Breisee.

“Hay muchos venezolanos que prefieren callar, aguantar o irse de la ciudad. En cuanto a los derechos como individuos, hay muchos casos de discriminación que nosotros canalizamos para que los venezolanos afectados reciban ayuda. También hacemos campañas en redes sociales para visibilizar las problemáticas actuales. De la mano de las autoridades y las organizaciones pertinentes se puede hacer un buen trabajo informativo. El objetivo es que todos tengan acceso a la información”, destacó.

A juicio de Lavergne, de la Fundación CLEO, el desafío actual es coordinar las acciones de las diferentes organizaciones no gubernamentales con las entidades del Estado colombiano, de manera que se mejoren las respuestas. 

“Habría que organizar de manera más eficiente los recursos disponibles para ayudar a los migrantes, ya que se requiere la realización de diagnósticos y también contar con mejores herramientas para procesar los datos”, reflexionó Lavergne.