La grave crisis humanitaria por el represamiento de personas venezolanas provocó que el Gobierno convocara una cumbre para buscar salidas rápidas y efectivas.
El director de la entidad, Fernando García Manosalva, completó dos días de recorrido por Acandí, Capurganá y Necoclí, luego de los cuales comprobó personalmente la magnitud de lo que está pasando con cerca de entre 8 y 10 mil personas que están viviendo en condiciones de extrema vulnerabilidad.
Muchos de ellos están durmiendo a la intemperie y viviendo en carpas en la playa, con escasa atención humanitaria pues la situación desbordó la capacidad de las autoridades locales y de los organismos de emergencia.
Los migrantes no tienen buen acceso a agua, comida, anteción médica y psicológica ni saneamiento básico, de manera que, por ejemplo, los niños están en grave riesgo de contraer enfermedades y no se están alimentando adecuadamente.
Con este panorama, García Manosalva convocó a quienes tienen la responsabilidad de atender a las personas venezolanas para que se reúnan en la alcaldía de Turbo, para buscar salidas urgentes que eviten que la situación empeore todavía más.
“Estamos enfrentando una crisis regional y como tal debemos trabajar en la búsqueda de soluciones regionales que permitan garantizar la vida y el respeto de los derechos de los migrantes, generando el menor impacto a las comunidades. Estas mesas de “Diálogo de Frontera”, son el primer paso en la construcción de una migración más humana y segura”, aseguró el funcionario.
Consciente de que sólo el trabajo articulado y mancomunado entre las autoridades civiles, religiosas, militares y de policía, las fuerzas vivas de la región y los cooperantes dará frutos, García Manosalva espera tener soluciones hoy mismo para conjurar la grave crisis.
“Por eso quiero elevar una invitación a todos los miembros de la sociedad, a los gremios, a las autoridades locales, departamentales y nacionales, así como a la comunidad internacional, las comunidades indígenas y afrocolombianas presentes en la zona, para que juntos construyamos esa hoja de ruta que nos permita atender esta crisis migratoria“, insistió.
Tanto la Defensoría del Pueblo como la Procuraduría General, en sednos recorridos en campo, advirtieron que las cosas están fuera de control y urgieron por una pronta solución que permita la protección de las personas migrantes y la garantía del ejercicio pleno de sus derechos.
Por: Mario Villalobos @maritovillalobo
