Este jueves, el Servicio Jesuita a Refugiados, las religiosas Adoratrices, Caritas Alemania y Caritas Ecuador presentaron en Bogotá su estrategia para llevar atención humanitaria a los venezolanos. Desde octubre trabajan en Cúcuta, Bogotá e Ipiales, las ciudades priorizadas, con un énfasis especial en la atención a mujeres y la prevención de la trata de los migrantes que llegan a Colombia desde Venezuela y a los que continúan su tránsito hacia Ecuador.
La hermana María Graciela Martínez, directora del proyecto de las religiosas Adoratrices, resaltó la importancia de trabajar por las mujeres migrantes, pues se encuentran en una situación de vulnerabilidad que las pone en riesgo de ser víctimas de trata. “Encontramos mujeres venezolanas en todos los rincones de Bogotá y en muchos lugares de Colombia que han sido víctimas de trata, que están siendo explotadas sexualmente. Estas mujeres están esperando una mano amiga”, dijo.
Federico Kirken, representante de Caritas alemana, aseguró que la situación de las mujeres venezolanas que están siendo explotadas sexualmente es preocupante y agregó que Colombia debe prepararse para el aumento de la migración. “Es muy probable que después de lo que pasó ayer en Venezuela y en otros países, la situación empeore. Es necesario tener un enfoque humanitario, que enfatice la humanidad y dignidad de las personas y que evite el asistencialismo”, dijo. También hizo un llamado para que el país avance en medidas que prevengan la xenofobia.
El gobierno alemán aportó 1.750.000 euros para la financiación del proyecto. La iniciativa ofrece acompañamiento a la población venezolana, colombiana y a familias con integrantes de ambas nacionalidades para promover una movilidad segura e informada. Dentro de la ayuda que recibirán los venezolanos también hay una ruta de atención para víctimas de trata de personas.
Por: Proyecto Migración Venezuela @MigraVenezuela