A pesar de que estos dos términos suelen usarse como sinónimos existen varias diferencias entre ambos conceptos, importantes a la hora de establecer una política migratoria.
Por Camila Rivera – Periodista MigraVenezuela
Según la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951, adoptada por las Naciones Unidas y su Protocolo de 1967, un refugiado se define como una persona que se encuentra fuera de su país de origen debido a un temor fundado de persecución por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social en particular u opinión política. Esta persona no puede o no quiere regresar a su país de origen debido a dicho temor.
Los refugiados, por lo tanto, se ven obligados a abandonar su país debido a amenazas concretas a su vida o a su seguridad. La protección de los refugiados es una responsabilidad compartida por la comunidad internacional y los países están legalmente obligados a brindarles asilo y protección.
Por otro lado, los migrantes se refieren a personas que se desplazan de un país a otro voluntariamente, generalmente en busca de mejores oportunidades económicas, educativas o por razones familiares. A diferencia de los refugiados, los migrantes no enfrentan necesariamente un temor inmediato o directo a la persecución en su país de origen.
Es importante destacar que, aunque ambos grupos pueden atravesar fronteras internacionales en busca de una vida mejor, la protección legal y los derechos otorgados a los refugiados son diferentes a los de los migrantes. Los refugiados tienen el derecho fundamental a recibir asilo y protección, mientras que los migrantes están sujetos a las leyes y políticas migratorias de los países de destino.
Al comprender esta diferencia, es crucial evitar la confusión y la estigmatización de las personas desplazadas. Los refugiados merecen una protección especial y su situación requiere una respuesta humanitaria, mientras que los migrantes deben ser abordados desde una perspectiva migratoria y de política nacional.
¿Por qué es importante la distinción entre migrantes y refugiados?
Esta precisión permite una atención adecuada a los desafíos específicos que enfrenta cada grupo. Los refugiados requieren protección internacional, incluida la posibilidad de reasentamiento en países seguros, mientras que los migrantes pueden necesitar políticas y programas que promuevan la integración, la regularización de su estatus o la facilitación de la migración laboral.
Los refugiados a menudo huyen de situaciones extremas, como conflictos armados, violaciones de derechos humanos o persecución, lo que los coloca en una situación de vulnerabilidad particular. Sus necesidades de protección y asistencia humanitaria son diferentes de las de los migrantes, que generalmente se desplazan por razones económicas o familiares. Reconocer esta distinción ayuda a garantizar que se aborden adecuadamente las necesidades específicas de cada grupo.
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