Con el fin de proteger a los niños colombianos y venezolanos en Arauca, Save the Children creó el juego Ruta por los derechos, como una forma rápida de identificar a las instituciones que deben atender a la población vulnerable.
El juego consiste en un tablero gigante en el que, según el resultado de los dados, los participantes avanzan en un recorrido por un mapa de Araucaque los lleva hasta las sedes del puente internacional José Antonio Páez, el monumento al arauco, el hospital San Vicente, las poblaciones indígenas, la Fiscalía, Defensoría, el ICBF y la Policía.
Así, a medida que el jugador avanza, encuentra líneas de ayuda, consejos, respuestas a sus preguntas frecuentes y algunos retos que lo ponen a prueba para identificar posibles soluciones.
Como los principales riesgos que Save the Children identificó en la población son la explotación sexual, el trabajo infantil, la mendicidad, el abuso y el reclutamiento, utilizaron esos casos para el desarrollo del juego. Uno de los objetivos es incentivar las denuncias de las víctimas de cualquier tipo de violencia.
En las jornadas que realiza Save the Children, cientos de niños, jóvenes y adultos, –migrantes, retornados y araucanos- reciben atención e información y, en muchos casos, ayudas de las entidades competentes para sus necesidades. “Cuando nosotros conocemos los casos, nos encargamos del acompañamiento en tres niveles: restablecimiento de derechos, activación de rutas y acompañamiento psicosocial”, dijo Karen Molina, gerente de la oficina de Save the Children en Arauca.
¿Para qué sirve el juego?
– Reconocer las señales: los cambios en el comportamiento del niño, en su vocabulario o estado de ánimo, así como las conductas sexualizadas, que no son acordes a su edad, los golpes o la inasistencia a sus actividades comunes pueden ser alarmas de los niños.
– Identificar quién puede denunciar: la comunidad, las autoridades étnicas, las instituciones educativas, funcionarios de entidades públicas, agencias de cooperación y organizaciones de la sociedad civil pueden denunciar la vulneración de los derechos de los niños.
– Buscar ayuda: la línea 141, del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF); la 125, de atención psicológica; la 155, de orientación a mujeres víctimas de violencia, y la 123, de la Policía, son algunas de las opciones para encontrar asesoría en cualquier caso de emergencia.
Además, las oficinas de la Defensoría del Pueblo, la Procuraduría, la personería, las casas de la mujer y las oficinas de Save the children también brindan acompañamiento para denunciar.
En caso de necesitar atención médica en Arauca, los colombianos y los venezolanos pueden acudir a la Cruz Roja, el Hospital San Vicente de Arauca, Instituciones Prestadoras de Salud (IPS) y centros de salud.
– Conocer los derechos: después de identificar un caso de agresión o vulneración, la víctima es retirada del entorno que lo pone en peligro. Luego, las autoridades buscan a la familia o lo llevan a un hogar sustituto.
Por: Maria Mesa Rivera @MariaMesar_22