Liliana Fernández salió de su país forzadamente, como la mayoría de los venezolanos que forman parte de este éxodo masivo en el mundo. La crisis social y económica de Venezuela la acorraló y no le dejó más opción que emigrar.
Al llegar a Bogotá, en 2018, sus deseos de superación no la detuvieron a pesar de que traía a cuestas el dolor de haber perdido a su padre en Venezuela. Junto con su esposo decidió crear su propio negocio, la panadería artesanal DG Artisan, que ahora los ayuda a generar ingresos propios y los ubica en los 44 emprendimientos de migrantes y refugiados venezolanos apoyados por agencias de cooperación internacional en Colombia.
En el marco del programa Apoyo a la Integración Productiva de Migrantes Venezolanos, de la Fundación Citi e implementado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), 152 refugiados y migrantes provenientes de Venezuela y colombianos retornados en Bogotá, Cali y Cúcuta fueron respaldados con inyección de capital para la financiación e impulso de sus negocios, y más de 700 horas de formación integral lideradas por asesores empresariales expertos en diferentes áreas.
Este programa se enmarca en la respuesta a los flujos migratorios mixtos provenientes de Venezuela, y tiene como objetivo impulsar la generación de ingresos y de oportunidades a esta población al igual que a los miembros de comunidades de acogida en condición de vulnerabilidad. “A través de esta iniciativa buscamos avanzar en la integración de los nacionales venezolanos, de tal forma que se conviertan en motor de desarrollo en el país”, afirmó Ana Durán, Jefe de Misión de la OIM en Colombia.
Apoyar la integración socioeconómica de migrantes venezolanos y colombianos retornados es uno de los mecanismos con los que la Fundación Citi busca contribuir a la reactivación económica del país. Según Pablo del Valle, Citi Country Officer en Colombia, esta también es una de las herramientas con las que apuestan al crecimiento y el progreso de Colombia, ya que a su juicio, al fomentar la generación de ingresos, promover el emprendimiento y dotar de habilidades a poblaciones en capacidad de trabajar, se fortalece la fuerza laboral que pondrá lo mejor de sí para la construcción de un futuro más próspero.
El programa inició en agosto de 2019 y culminó en el primer trimestre de 2021, y fue posible gracias a una inversión de más de US$ 450,000 de la Fundación Citi. Entre los 152 beneficiarios, el 65 por ciento son mujeres, el 34 por ciento son hombres y el 1por ciento pertenece a la comunidad LGBTI. El 76 por ciento de las personas apoyadas son venezolanos, un 12 por ciento colombianos retornados y otro 12 por ciento hacen parte de las comunidades de acogida.
La venezolana Liliana Fernández se siente muy feliz porque gracias al constante apoyo de estas organizaciones tuvo la oportunidad de crear una estrategia organizacional que impulsó las ventas de su emprendimiento, lo que generó en mi familia un mayor bienestar y calidad de vida.
“No ha sido un proceso sencillo, sin embargo, seguiremos poniendo lo mejor de nosotros para avanzar en este proyecto para, además, ayudar desde la distancia a nuestros familiares que están en Venezuela”, dice desde su panadería artesanal.
Por: Proyecto Migración Venezuela @MigraVenezuela