Según datos del Grupo Interagencial de Flujos Migratorios (GIFMM), a diciembre del 2020 en Nariño había cerca de 14 mil migrantes venezolanos, una población creciente que, de acuerdo con Josué Ferrer, representante legal de la Asociación para el desarrollo y promoción integral de los Derechos Humanos (ASODDHH), llega a este departamento para radicarse en ciudades como Pasto, Ipiales y Tumaco, donde se concentra el mayor porcentaje de venezolanos.
Para Ferrer, la falta de información clara para el acceso a servicios básicos de la población migrante es uno de los principales retos a los que se enfrenta Nariño en la atención del flujo migratorio. Por eso en 2019 —tras un par de años de trabajo independiente con los migrantes en Pasto— tomó la decisión de conformar ASODDHH, una iniciativa creada para facilitar la integración e inserción de la población migrante en las comunidades de acogida.
“Somos una organización colombo – venezolana sin ánimo de lucro, que busca promover los derechos humanos para que los beneficiarios puedan disfrutar de una vida digna, teniendo en cuenta su desarrollo integral y potencialidades”, señala Ferrer.
ASODDHH tiene como filosofía “impulsar el talento para convertir la diáspora en una fuerza transformadora y potenciadora” y sus servicios están centrados en la atención y orientación de población migrante, población refugiada y colombianos en situación de vulnerabilidad.
“Lo que menos queremos nosotros es fomentar el asistencialismo y población dependiente de las ayudas. Queremos es formar gente competente, que tenga conocimientos, habilidades, destrezas, que puedan desempeñarse en negocios en Colombia y, de una u otra manera, ser productivos. Eso ayuda a cambiar la percepción social de los migrantes y a su integración”, explica Ferrer.
Precisamente, para ese propósito, con el apoyo de OIM y la Corporación Industrial Minuto de Dios, la asociación creó un programa de formación en emprendimiento que, de acuerdo con Dayana Villalobos del Comité de Acción Humanitaria, tiene a 60 personas entre los 14 y los 40 años en procesos de capacitación para la materialización de sus propias formas de empleo.
“Hemos formado emprendedores que, al día de hoy, son fuente de empleo tanto para población migrante como para personas de la comunidad de acogida. Eso ha sido excelente porque ayuda a que los demás vean al venezolano como una oportunidad para aportar al crecimiento de la comunidad y de la ciudad”, dice Villalobos.
Adicional a los proyectos de formación, ASODDHH cuenta con servicios en atención psicosocial y contención emocional, orientación e información para el acceso a servicios del Estado y referenciación con entidades gubernamentales y organizaciones internacionales para la atención en salud y educación de los migrantes.
Igualmente, en trabajo conjunto con la Fundación Un Mundo de Color Esperanza en Pasto y con la financiación de la Embajada de Francia en Colombia y la Fundación Care International, la asociación brinda servicio de hospedaje para familias y mujeres gestantes o lactantes que pueden acceder a kits de bioseguridad, aseo y a un lugar para dormir por máximo 5 días.
La asociación atiende solicitudes en municipios de todo el departamento de Nariño y, de acuerdo con su representante legal, Josue Ferrer, esa presencia departamental ha servido para mejorar la caracterización de los migrantes en territorio nariñense y, además, para atender a población en zonas no reconocidas como receptoras de la migración, tales como Cumbal, El Tablón y Taminango.
Los interesados en participar de las ferias de servicios realizadas por ASODDHH o acceder a los servicios de esta iniciativa, pueden contactarse a través de sus redes sociales (aquí) o consultar su pagina web: https://asoddhh.wixsite.com/asoddhh/news
Por: Proyecto Migración Venezuela @MigraVenezuela
