La Alcaldía de Cúcuta, con apoyo de la Gerencia de Fronteras y la Sociedad Alemana de Cooperación Internacional, fortalecieron las ideas de negocios y emprendimientos de migrantes venezolanos y colombianos retornados en Norte de Santander.
Desbordantes de felicidad, más de 30 migrantes venezolanos y retornados colombianos recibieron los certificados que los acreditan como emprendedores.
Durante dos meses estas personas se formaron y aprendieron como desarrollar mejor sus ideas de negocios, en las comunidades de acogida de Norte de Santander.
Sergio Granados Gómez, profesional de apoyo y coordinador de emprendimientos de la Alcaldía de Cúcuta, detalló en el evento que la formación se logró dar a través de la Secretaría de Desarrollo de Banco del Progreso, en articulación con el Centro Intégrate y la Sociedad Alemana de Cooperación Internacional GIZ.
“Esta formación le va a permitir a estas personas desarrollar sus habilidades como emprendedores y eso ayudará a la reactivación económica de la ciudad. En Cúcuta estamos sembrando la migración. Queremos integrar, somos una sola comunidad sin distinción de nacionalidades, estamos ayudando a pescar y no dar el pescado”, destacó Granados en su intervención previa a la entrega de certificados.
Por su parte, Nataly Contreras, asesora de la Gerencia de Fronteras, acotó que esta iniciativa de fortalecimiento es muy importante porque va de la mano con la razón de ser de los Centros Intégrate, una estrategia para integrar a la población migrante venezolana y colombianos retornados en nueve ciudades del país.
Contreras recordó que en estos espacios brindan orientación y referenciación de casos específicos. “Los Centros Intégrate son un salto de la atención humanitaria hacia la integración socioeconómica. La idea es que tengan orientación inmediata en rutas de empleabilidad y emprendimientos”.
Uno de los migrantes venezolanos que recibió el certificado fue José Gregorio Rivas, de 34 años, quien emprendió elaborando chicha tradiconal venezolana a base de arroz, maíz y trigo. Él junto con su esposa arribaron a la ciudad de Cúcuta hace cuatro años y desde entonces decidieron reconstruir su vida, lejos de la precariedad y la escasez de alimentos que los azotó en el estado Falcón, de Venezuela.
“Me siento muy feliz y agradecido con este apoyo que nos están dando. Ahora sí voy a poder comprar mi maquinaria y tener mi propio puesto para vender chicha venezolana”, remató José Gregorio, orgulloso de tener su certificado de emprendedor en sus manos.
Por: Milagros Palomares @milapalomares