Los migrantes venezolanos continúan en su intento de llegar hacia Estados Unidos o a un país de Centro América y recurren a salidas ubicadas en el territorio colombiano como Necoclí y San Andrés.
La migración no cesa. Ahora, los migrantes están recurriendo a San Andrés Islas para partir hacia Corn Island y después al puerto de Bluefields, en Nicaragua, para finalmente, arribar a tierras americanas. No obstante, este camino también presenta peligros que pueden terminar en la muerte.
De igual manera, las autoridades colombianas monitorean día y noche las aguas de esta zona del país para evitar que las embarcaciones salgan del país con migrantes de diferentes nacionales, en su mayoría, venezolanos.
En este sentido, “en lo corrido del año, los efectivos controles de las unidades de la Armada de Colombia en el Archipiélago de San Andrés y Providencia, han permitido la ubicación y el rescate de 201 personas que pretendían hacer tránsito irregular en aguas del Caribe colombiano, contribuyendo así a salvaguardar la vida humana en el mar”, afirmó la institución en comunicado.
Asimismo, este 23 de agosto, la Armada confirmó la retención de 35 migrantes que intentaban salir del país con rumbo a Norte y Centro América. De estos, 24 eran de nacionalidad venezolana, incluido un menor de edad, y el resto, es decir 11, eran chilenos.
“A través del Sistema de Control de Tráfico y Vigilancia Marítima de San Andrés se logró identificar las embarcaciones que realizaban movimientos sospechosos al suroeste y noroeste de la isla, por lo cual se dio aviso oportuno a la Estación de Guardacostas, que desplegó Unidades de Reacción Rápida con el fin de verificar la situación”, señaló la Armada de Colombia con respecto a la operación.
Los migrantes retenidos fueron trasladados a la Estación de Guardacostas de San Andrés y Providencia y allí, fueron puestos a disposición de Migración Colombia. Por su parte, los menores de edad que se encontraban en las embarcaciones, fueron entregados a la Comisaría de Familia y a la Policía de Infancia y Adolescencia.
Por: Carlos Cañas @carlosarboleda6
