Si bien existen grandes obstáculos para la integración de los migrantes venezolanos en Colombia, el llamado a los sectores públicos y privados es a aprovechar las oportunidades y potencialidades que trae consigo esta población. Esta es la conclusión más relevante de un estudio realizado por la firma Raddar, para el Programa Alianzas Para la Reconciliación, de USAID y ACDI/VOCA, que hizo una radiografía social y económica de la población migrante con vocación de permanencia.
Según refiere la investigación, la constante llegada de venezolanos en los últimos cinco años se ha convertido en un tema común y reiterativo en las principales ciudades del país. “La inserción de estos en el mercado laboral ha empezado a generar ciertos impactos en categorías de servicios de uso cotidiano para los colombianos”, señalan. Es por ello que los restaurantes, hoteles, peluquerías, bares, actividades relacionadas con los domicilios son los espacios principales donde estos han encontrado la forma de trabajar.
Los patrones de consumo entre colombianos y venezolanos son similares y eso se puede ver como una oportunidad, precisa el documento. Además, en Colombia institucionalmente existe la facilidad para la creación de empresas, por lo que los emprendimientos de los extranjeros están ganando terreno. De acuerdo con el estudio de Raddar, estas son las bondades de la migración:
Inversión de las empresas venezolanas
Durante años, la inversión extranjera directa proveniente del vecino país ha sido abundante, generando empleos y nuevos sistemas productivos. Sin embargo, este suceso se dio principalmente antes de la fuerte crisis migratoria entre los años 2017-2018.
Las empresas de origen venezolano arribaron al país principalmente desde el año 2000, destacándose grandes firmas como Locatel, empresa que llegó en el año 2005 y desde allí ha presentado una expansión significativa, ofreciendo diversos bienes y servicios a la población local, además de la generación de empleo y una mayor riqueza para el país. También se encuentra Alimentos Polar y Farmatodo, las cuales cuentan con una mayor trayectoria en el país y sin duda alguna un gran aporte para la economía local.
La empresa Alimentos Polar reportó en 2018 ventas por el orden de los $430.062 millones. Su crecimiento anual es de 9,7 por ciento, y su aporte al PIB manufactura es de 0,4 por ciento. Mientras que la cadena Farmatodo tuvo en 2018: $433.472 millones en ventas; con un crecimiento anual de 18,3 por ciento, y un PIB comercio de 0,2 por ciento.
Incremento del consumo masivo
El 75 por ciento del gasto de un migrante venezolano se concentran en alimentos, vivienda y gastos varios. En este último grupo se cuentan principalmente aquellos productos para el aseo personal y bebidas no alcohólicas. En otros grupos como vestuario y cultura, diversión y esparcimiento, esta asignación no supera el 4 por ciento.
Precisa el estudio que de enero a julio 2020 los hogares sin venezolanos gastaron un total de: 414,2 billones de pesos colombianos. Y en el mismo periodo de tiempo, los hogares nacionales con venezolanos gastaron un total de: 430,8 billones de pesos colombianos. La participación de los hogares venezolanos dentro del gasto total en Colombia se elevó este año a 3,9 por ciento. En el año 2018 se ubicó en 1,8 por ciento; y en 2019 en 2,8 por ciento.
Emprendimientos y generación de servicios
La permanencia y estabilización de los migrantes venezolanos en el país ha impulsado la creación de restaurantes y negocios que impulsan la marca de “comida venezolana”. Estos negocios que buscan satisfacer la demanda de los migrantes por alimentos típicos de su lugar de origen también diversifican la oferta de comidas fuera del hogar en el país, además de intensificar el intercambio cultural que resulta en la integración de estos productos entre los consumidores nativos.
A pesar de que muchos de estos emprendimientos inician de manera informal, a medida que aumentan las posibilidades de acceder a crédito y otros medios de financiación y su aceptación en el público colombiano, estos negocios tienen alto potencial dentro de la industria formal de restaurantes en el país y en la generación de empleo.
La llegada de profesionales y empresarios también ha resultado en la creación de empresas que ofrecen servicios como seguros, servicios de cuidado y estética, servicios médicos, servicios sociales, y servicios empresariales.
El surgimiento de estos negocios también va acompañado de las necesidades que tienen los migrantes en el país. Un ejemplo de estos son los servicios de envío de medicamentos a Venezuela, la necesidad de seguros médicos y fúnebres de acuerdo al estatus migratorio que presente la persona, y los servicios sociales que buscan ayudar a los migrantes a capacitarse, establecerse, buscar empleo, entre otros. Este sector empresarial tiene un alto índice de formalidad y ayuda a la construcción de tejido empresarial incluyente.
Intercambio cultural y de entretenimiento
El amplio público venezolano en el país ha atraído artistas venezolanos que han desarrollado eventos culturales y de entretenimiento. También se incluyen artistas de talla internacional que se han trasladado a vivir a Colombia y enriquecen la escena cultural del país. A esto se suma el ingreso al país de artistas no reconocidos, pero con amplio potencial de crecimiento que buscan desarrollar sus carreras en Colombia. Por otro lado, se observa un ingreso de una nueva cultura relacionada con los deportes, géneros musicales y corrientes artísticas. El intercambio cultural entre los dos países promueve la integración de la población migrante y disminuye las actitudes discriminatorias.
Por: Milagros Palomares @milapalomares