En su edición 106, la Iglesia Católica celebra la semana del Migrante y el Refugiado 2020, en esta ocasión desde el 14 al 18 de septiembre con una serie de actividades en cada diócesis.
Teniendo en cuenta los cuatro verbos emitidos por el papa Francisco que expresan solidaridad: acoger, proteger, promover e integrar a migrantes y refugiados, la Iglesia busca hacer un llamado a las comunidades de acogida a responder con generosidad y sabiduría ante lo que padece esta población.
Norte de Santander es el departamento por donde ingresan más migrantes y refugiados provenientes de Venezuela. Por ello, la Diócesis de Nueva Pamplona preparó una serie de actividades que iniciaron el lunes con una eucaristía por los migrantes desde el Santuario del Señor del Humilladero, y que fue transmitida en un LIVE por Facebook.
El martes 15 de septiembre analizaron el tema en el Foro Migración, más que una crisis, una oportunidad. Por las redes sociales de la Pastoral Social Cáritas Colombia compartieron una serie de micros reportajes llamados “La diferencia nos une”. El jueves 17 harán un acto simbólico “Duelo migratorio, entendiendo el dolor de nuestros hermanos venezolanos”. Y para finalizar la semana de conmemoración inaugurarán este viernes 18 de septiembre el Servicio Arquidiocesano de Atención al Migrante (SAAM), en la ciudad de Pamplona.
El Papa Francisco dedicó un mensaje a los migrantes y refugiados: “El drama de los desplazados internos es un drama a menudo invisible, agravado por la crisis mundial causada por la pandemia de la covid-19. De hecho, esta crisis, debido a su intensidad, gravedad y extensión geográfica, ha empañado muchas otras emergencias humanitarias que afligen a millones de personas, relegando iniciativas y ayudas internacionales, esenciales y urgentes para salvar vidas, a un segundo plano en las agendas políticas nacionales”.
Por: Proyecto Migración Venezuela @MigraVenezuela