Un informe recientemente publicado destacó la importancia de la integración económica en el mercado laboral de la capital del país, así como el pequeño impacto que tiene esta población en las cifras de desempleo.

Por Camila Rivera – Periodista MigraVenezuela

El mercado laboral no es estático, el número de puestos de trabajo continuamente está cambiando a la medida en la que aumenta las demandas del mercado, aseguró Alfredo Bateman, secretario de Desarrollo económico, durante la presentación de un estudio sobre integración económica de la población migrante en Bogotá. 

El estudio titulado ‘Efectos económicos de la migración internacional en el mercado laboral y el tejido empresarial de Bogotá’ ha arrojado luz sobre la importancia de la inclusión de personas migrantes en la ciudad. El estudio destaca las valiosas contribuciones que los migrantes hacen al sistema productivo de la ciudad y explora tanto los desafíos como los beneficios que su llegada representa. 

Según el informe, en 2022, había alrededor de 145 mil personas migrantes trabajando en Bogotá, y unas 9 mil personas extranjeras crearon empresas formales en la ciudad.  

Esto ha resultado en un impacto positivo en el mercado laboral y en la creación de empleo. En promedio, las empresas extranjeras contribuyeron con aproximadamente 188 mil empleos más a la economía en comparación con los empleos ocupados por la población migrante entre 2019 y 2021. 

Uno de los puntos más importantes que destacó Bateman es la diversidad como fuente de innovación en las economías locales. La población migrante trae consigo un conocimiento tácito, un conocimiento que no se puede adquirir sólo con palabras. Habilidad es imposible de enseñar a través de descripciones: “por ejemplo, lo la forma de preparar un alimento, la forma de construir algo o de abordar un problema”. 

A pesar de que el estudio encontró que los efectos de la migración en la composición de la oferta laboral en Bogotá son modestos, las empresas con representantes legales extranjeros han tenido un papel significativo en la creación de empleos en la ciudad.  

Durante el período de auge migratorio entre 2017 y 2020, se observó un efecto leve de la participación de la población migrante en la tasa de desempleo de la población no migrante, aunque este efecto se desvaneció rápidamente. Además, no se encontró evidencia de efectos significativos en los ingresos laborales. 

En términos de participación en el mercado laboral, la población migrante tiene una probabilidad 5,2% menor de estar fuera de la fuerza laboral y una probabilidad 2,7% mayor de estar ocupada, aunque también una probabilidad 1,1% mayor de estar desempleada.  

Sin embargo, se destaca que la población migrante enfrenta empleos de menor calidad, con una probabilidad 42% mayor de trabajar en la informalidad y ganar en promedio un 39.7% menos que la población nacional. Este déficit de ingresos se atribuye en parte a factores no observables, como la discriminación. 

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El estudio también subraya que la composición del mercado laboral en Bogotá sugiere que la dinámica del empleo en la ciudad está influenciada principalmente por la población local. A pesar del aumento en la participación de la población migrante entre 2014 y 2021, su participación en las diferentes divisiones del mercado laboral sigue siendo baja, alrededor del 6%. 

A pesar de estos desafíos, las empresas con representantes legales extranjeros han contribuido significativamente al fortalecimiento productivo de la ciudad, creando empleos y aportando a la economía.