Representantes de Juan Guaidó y Nicolás Maduro viajaron a Barbados para continuar el diálogo con el que buscan solucionar la crisis venezolana. Aunque Noruega, que actúa como mediador, aconsejó a las partes “tomar la máxima precaución en sus comentarios y declaraciones respecto al proceso”, los miembros de cada delegación dieron algunas pistas sobre lo que vendrá en esta nueva ronda de conversaciones.
Los equipos de Maduro y Guaidó mantuvieron una ronda de diálogo en la isla caribeña entre el 8 y 10 de junio de este año, que dio continuidad a los acercamientos iniciados en mayo en Oslo. Cuando terminó el ciclo de conversaciones Noruega anunció que las partes acordaron la instalación de una mesa que trabajará “de manera continua y expedita” en resolver la crisis de Venezuela.
Según el ministerio noruego de Asuntos Exteriores, luego de esa cita estaba previsto que las partes realizaran “consultas para poder avanzar en la negociación”. En ese momento, el líder opositor reiteró que los acercamientos eran parte de una estrategia para expulsar al mandatario del poder. En cambio, Maduro aseguró sentirse optimista con el diálogo que busca “la convivencia pacífica” con la oposición.
Es decir, mientras Guaidó pretende la celebración de elecciones libres y la salida del presidente, Maduro planea hablar de resolución de conflictos y se niega a conovcar elecciones. La diferencia en las pretensiones de las partes frente al diálogo generaba desconfianza en la comunidad internacional, que en cabeza del papa Francisco y otros líderes defendió este fin de semana una salida negociada a la crisis.
Por eso, para muchos es un alivio que las delegaciones de Maduro y Guaidó hayan llegado a Barbados en los últimos dos días. El equipo enviado por Guaidó está integrado por el legislador Stalin González, el exdiputado Gerardo Blyde, el exministro Fernando Martínez Mottola y el exrector electoral Vicente Díaz. En representación de Maduro llegó el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, el canciller, Jorge Arreaza, y Larry Devoe, del estatal Consejo Nacional de Derechos Humanos, entre otros.
La agenda
Aunque el contenido específico de la agenda de seis puntos se mantiene reservado, las declaraciones de las delegaciones ya han mencionado algunos temas que se tratarán.
El ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, anunció que seguirían “con el planteamiento fundamental del presidente Nicolás Maduro: un diálogo permanente para la paz (…), para la resolución constitucional y democrática de las controversias políticas”.
Por otra parte, la oficina de prensa de Guaidó señaló que su objetivo es “lograr el cambio que le ponga fin al sufrimiento de los venezolanos” y el líder opositor ha declarado varias veces que los diálogos hacen parte de la Operación libertad, la estrategia con la que pretende celebrar elecciones libres próximamente.
Guaidó ha mostrado menos optimismo en sus declaraciones, pues enfrenta el descontento de una parte importante de venezolanos que lo apoyan y no están de acuerdo con el diálogo. Por eso, el opositor defiende las conversaciones como parte de una estrategia amplia y sigue denunciando en sus redes sociales detenciones arbitrarias, pide una visita a la Corte Interamericana de Derechos Humanos y hace un llamado para aumentar la presión internacional.
*Con información de AFP
Por: Proyecto Migración Venezuela @MigraVenezuela