Apartir de este lunes, Ecuador pedirá el pasado judicial apostillado a los venezolanos que deseen ingresar al país. El vicepresidente ecuatoriano, Otto Sonnenholzner, hizo el anuncio después de que un hombre de nacionalidad venezolana asesinara a una mujer embarazada el las calles de la ciudad de Ibarra.

El representante del gobierno de Lenín Moreno también agregó que los controles migratorios se fortalecerán mediante un registro para conocer con “mayor precisión” la situación de los venezolanos que se encuentran en Ecuador, pues, según afirmó “hemos agotado todos los esfuerzos, pero Venezuela se niega a entregar bases de datos que nos permitan verificar la información de quienes llegan al país”.

Esta es la primera medida oficial del gobierno después de que el domingo el mandatario ecuatoriano anunciara el endurecimiento de la política migratoria ante el crimen que tiene conmocionado al país. “Les hemos abierto las puertas, pero no sacrificaremos la seguridad de nadie” dijo Moreno vía Twitter.

Agregó que su gobierno pondrá en marcha la “conformación inmediata de brigadas para controlar la situación legal de los inmigrantes venezolanos en las calles, en los lugares de trabajo y en la frontera”, aunque no dio más detalles al respecto, y que también analiza la “posibilidad de crear un permiso especial de ingreso al país”.  

Ecuador estima que en su territorio permanecen alrededor de 300.000 venezolanos. Según la cancillería ecuatoriana entre 2014 y 2018 ingresaron más de 1.2 millones de migrantes y se otorgaron 97.000 visas a peticionarios de esa nacionalidad.

Antes del lunes, a los venezolanos sólo se les exigía la cédula para ingresar a Ecuador, pero el gobierno de Moreno decidió endurecer el control en la frontera después del asesinato de Diana Carolina, una mujer embarazada de 22 años que fue tomada como rehén por su expareja de nacionalidad venezolana. El crimen se cometió en una vía pública de Ecuador ante la mirada de docenas de testigos y algunos oficiales de la policía.

Después del anuncio de Lenin Moreno, se desataron manifestaciones y agresiones xenófobas contra los venezolanos que vivían en esa ciudad. Los pobladores de Ibarra desalojaron a varios migrantes de hoteles, viviendas y parques donde dormían, quemaron sus pertenencias y los persiguieron exigiendoles que abandonen el país.
 

*Con información de AFP

Por: Proyecto Migración Venezuela @MigraVenezuela