“Colombia debe entablar un diálogo inmediato con las autoridades sanitarias de Venezuela. Una política preventiva conjunta para la frontera salvará vidas de colombianos y venezolanos por encima de las diferencias entre nuestros países”, planteó el procurador Fernando Carrillo, ante la decisión del presidente Iván Duque de cerrar los siete pasos fronterizos entre ambos países para frenar la expansión del COVID-19.
Mientras en la frontera de Norte de Santander, en el puente internacional Simón Bolívar, sorpresivamente funcionarios de Migración Colombia permitieron el retorno controlado de ciudadanos venezolanos que se encontraban en territorio colombiano.
En los alrededores de esta zona, gran cantidad de personas se abrió paso por las trochas pese a que había vigilancia de la Policía y de Migración Colombia.
Unos 25 mil ciudadanos transitaban a diario por el puente Simón Bolívar, en su mayoría para adquirir alimentos y medicinas que escasean en Venezuela.
Por el lado del puente Francisco de Paula Santander, paso fronterizo entre Ureña y Cúcuta, el flujo de venezolanos que entra y sale de Colombia por los pasos ilegales se volvió incontrolable.
Según registraron medios locales de Norte de Santander, desde tempranas horas de la mañana de este sábado varias canoas embarcaban a los venezolanos para que cruzaran el río hacia Colombia. A pesar de que la Policía estaba en el luga la gente pasaba por las trochas sin problemas y sin ningún control ante el Coronavirus.
El epidemiólo e investigador Julián Fernández Niño insistió en que el cierre de la frontera con Venezuela no ayudará a resolver la situación: “Las autoridades y medios no pueden ni deben considerar la nacionalidad como un factor asociado a la transmisión del COVID 19. La variable epidemiológica relevante en este caso es la procedencia. Debe ralizarse identificación y aislamiento de casos sin generar estigma contra nadie”.
Por: Milagros Palomares @milapalomares
