El procedimiento para migrar a Colombiano con una mascota comprende un certificado de vacunación, un certificado de salud veterinaria y un permiso sanitario de exportación.

Por Angélica Antía Azuaje – Periodista de Te lo Cuento News

Si la decisión de migrar es difícil, dejar a las mascotas también lo es, porque implica desprenderse de un miembro de la familia y con ellos se crean vínculos emocionales. Quienes han pasado por esa situación pueden vivir situaciones de ansiedad. Por eso, los que tienen las condiciones económicas, apuestan por llevarse con ellos a sus perros o gatos.

Además, una mascota puede ser una ayuda para el establecimiento en el nuevo país, especialmente en el caso de las personas que emigran solas. La compañía del animal es una herramienta efectiva para combatir la nostalgia o la depresión en ciertas etapas de la adaptación migratoria.

La historia de Burak y Apolo, dos gatos que fueron rescatados, está entre las que terminan con un final feliz. Su dueña, Zari Chollet, (migrante venezolana) los adoptó a inicios del 2016 en Venezuela, pero cuando Chollet se mudó a Colombia en septiembre de 2018, tuvo que dejarlos al cuidado de sus padres en la isla de Margarita porque en principio no tenía espacio para tenerlos.

Durante esos meses, Zari sintió el pesar de la distancia entre ella y sus felinos. Sabía que también era difícil para sus padres mantener la alimentación y cuidado de Burak y Apolo, por lo que se las ingenió para que no fueran una carga.

“La cosa cambió en el 2019, pues ya estábamos instalados en un apartamento y mis padres viajaron para acá, así que tramitamos todos los permisos necesarios para traérmelos”.

La emoción del reencuentro, primero con sus padres y luego con sus mascotas, fue indescriptible. Zari había hecho todo lo posible por tenerlos cerca, incluso buscando un lugar para vivir en el que aceptaran mascotas.

Ella cuenta que en ese entonces, el veterinario les dio todos sus certificados de vacunas, certificados de gatos sanos y también tramitó un permiso en el Ministerio de Ambiente, el cual lo exigía la aerolínea y debía tener poco tiempo de vigencia. Ellos viajaron sedados en la cabina.

Recuerda que para ese momento no encontraron ninguna ONG que ayudara con el traslado de las mascotas. “De hecho había muchos servicios que lo hacían, pero eran privados y costosos, entonces tuve que esperar a que mi mamá y mi papá vinieran a visitarnos y se los trajeran con ellos”.

Lo único lamentable es que en febrero de este año murió Burak por una pancreatítis y un paro respiratorio. Pero, señala, era un gato tranquilo que le dio compañía durante siete años.

“Lo bonito es que a Burak lo atendieron en una clínica acá en el municipio de Envigado y luego de su muerte lo llevaron a Pleia, una funeraria de mascotas, en donde los someten a un proceso de biotransformación en el que en la tierra donde echan sus cenizas siembran una matita, posteriormente esta es llevada a tu casa al pasar tres meses desde su siembra”.

Con respecto a la adaptación de los colombianos con las mascotas que traen los venezolanos, ella explica que no tuvo inconvenientes, por lo general Colombia, Norteamérica, Europa y en muchas otras regiones las mascotas ocupan un lugar en la sociedad y cada vez hay más normativas de respeto y protección animal.

¿Qué debe saber antes de partir con sus gatos?

Los requisitos básicos para trasladar mascotas a otro país incluyen la obtención de licencias de exportación, certificados sanitarios internacionales y tarjetas de vacunación.

Para asegurar el éxito del traslado del animal, el interesado también debe acatar las normas zoosanitarias de cada país de destino.

Al intentar viajar por carretera a Colombia, el dueño de la mascota debe asistir a la oficina del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), en la Zona Industrial de Cúcuta, donde expiden un documento que debe presentar en la línea de buses para transitar en Colombia.