Marlyn, que tenía una panadería en Venezuela, la trasladó a Barranquilla. Aunque el sabor del que se come en el país es distinto, ha ido adaptando su receta para atraer el gusto de sus clientes.

Por Martha Cotoret – Te lo Cuento News

A Marlyn la conquistó el amor por el pan desde que estaba en Venezuela. Pero su amor va más allá del que siente cualquier persona cuando recibe una canilla caliente o un pan dulce recién horneado. Ella descubrió la pasión en la mezcla de cada uno de los ingredientes que dan vida a ese alimento tan popular.

“Nos fuimos de Venezuela cuando ya no podíamos sostener nuestro negocio por la escasez de materias prima. Ya tenemos seis años en Colombia”, cuenta.

Para Marlyn sí hay diferencia entre el pan que hace y el que venden en las panaderías de Colombia. “Muchos venezolanos coincidimos en que el pan de Colombia, especialmente de esta región, es más dulce, aun siendo de masa salada. Y los ingredientes, a pesar de ser los mismos, cambian las cantidades en las recetas. Otra diferencia es el aliñado. En el caso del pan dulce, nombres y rellenos tienen combinaciones distintas a las de Colombia, pero que han gustado mucho”, nos relata.

Primero vivía en Bogotá, pero Marlyn encontró en Barranquilla su nuevo hogar. “Ha costado un poco, sobre todo acá en Barranquilla, sin embargo, la gente por ser un producto nuevo busca siempre probar, y lo bueno es que les gustan y repiten”, relata.

“Los panes que más se venden en Pan de mi Tierra entre el público venezolano son el francés, orejones, piñitas y galletas de huevo. A los barranquilleros les gusta muchísimo el golfeado (pan dulce aliñado relleno de panela y queso), el pan de queso y el de guayaba con queso”, afirma presumiendo su amplio menú.

Marlyn no sólo ha usado su experiencia y su emprendimiento para beneficio propio. Desde que inauguró ‘Pan de mi Tierra’, ha buscado la forma de apoyar a otros migrantes venezolanos. “Actualmente, tenemos cuatro paisanos y tres colombianos trabajando con nosotros”, afirma.

A la panadería ‘Pan de mi Tierra’ aún le queda mucho por delante. “Vamos paso a paso, no ha sido fácil, pero no será imposible. Queremos poder llegar a tiendas físicas en varios barrios de Barranquilla y Soledad, pues nos llaman de muchos lados. También viene el proyecto de la vitrina virtual, donde se podrá ver por redes nuestra vitrina con productos recién hechos y pedir por la página”, dice sobre sus proyectos.

También planea próximamente el lanzamiento de nuevos productos. “Y desde ahora estamos preparándonos para que en Barranquilla todos tengan su pan de jamón en Navidad”, concluye.

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